Una vecina de Elche ha sido detenida en un parque después de que su perro, considerado potencialmente peligroso, mordiera a un hombre que se encontraba paseando a su can, según la información que ha podido recabar el diario. El arresto se produjo porque la mujer, tras llegar la Policía Local para llevarse a su perro, se abalanzó sobre los agentes e intentó liberarlo cuando ya se encontraba en una jaula de la Protectora de Animales. Los hechos ocurrieron en la plaza y el jardín de Primero de Mayo, en el barrio de Carrús, muy cerca del lugar elegido por el Ayuntamiento para instalar una comisaría.
Eran las 21 horas del día 23 cuando se produjo el incidente. Una llamada alertó al servicio de emergencias del 092, de la Policía Local, de la presencia de una persona herida por mordedura que reclamaba la presencia de una patrulla. Al llegar los agentes el herido les relató que, momentos antes y mientras se hallaba paseando a su perro por el jardín, un perro de una de las razas consideradas potencialmente peligrosas, que se hallaba suelto y sin bozal, se había abalanzado sobre su mascota. Este, al defenderla, comprobó cómo el perro le atacaba a él, causándole lesiones en una mano.
Primero de Mayo, donde ocurrieron los hechos en Elche / Áxel Álvarez
Embriaguez
Los agentes, tras garantizar la asistencia sanitaria de la persona herida, localizaron al animal agresor y observaron que su propietaria se encuentra sentada en un banco, «presentando evidentes síntomas de embriaguez», según el atestado judicial. Ante tal situación, los agentes activaron el protocolo habitual en estos casos, que exige la intervención del animal a través de los servicios de la protectora al objeto de valorar su situación sanitaria por la veterinaria municipal. Todo marchaba con cierta tranquilidad hasta que el animal fue introducido en la jaula para su retirada. En ese instante, la mujer se abalanzó sobre los agentes, golpeándoles e insultándoles, tratando de liberar al animal que ya estaba a buen recaudo.

Policías en Carrús, en una presentación / Áxel Álvarez
Ante esa situación, no quedó otra que proceder a su detención y traslado a las dependencias policiales para la práctica de diligencias. De momento, está acusada de atentado y resistencia a los agentes. Otra cuestión es lo que pase con su perro. Así que mejor nunca hay que fiarse de un perro, aunque incluso su dueño nos diga: «no pasa nada, no muerde». Sí pasa y más veces de las que nos podamos imaginar.