Voluntarios de la 3ª Brigada de Asalto Separada del Ejército Ucraniano. / EFE
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha anunciado este lunes una tregua de tres días coincidiendo con el 80º aniversario de la victoria de la Unión Soviética y sus aliados sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, conocida como «Gran Guerra Patriótica» en el país euroasiático. Mientras el líder del Kremlin intentaba mostrar un lado conciliador deteniendo temporalmente las hostilidades, su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, lanzaba un jarro de agua fría sobre las expectativas creadas recientemente de lograr un alto el fuego en un corto plazo de tiempo al exigir a Occidente que reconozca legalmente como territorio perteneciente a la Federación Rusa las zonas de Ucrania ocupadas por su Ejército desde 2014, no solo la península de Crimea, sino también las regiones de Lugansk, Zaporiya, Donetsk y Jersón, un tema no negociable para la UE.
El alto el fuego entrará en vigor a la medianoche del 7 al 8 de mayo y vencerá 72 horas después en la medianoche del 10 al 11, según informó el Kremlin en un comunicado. La nota destaca que la decisión de la tregua fue adoptada por el comandante supremo de las Fuerzas Armadas, Vladímir Putin, «por motivos humanitarios«. «Rusia considera que la parte ucraniana debe seguir este ejemplo», señala. En caso de que Kiev viole la tregua, añade, «las Fuerzas Armadas de Rusia darán una respuesta adecuada y efectiva«. Por ahora Kiev no se pronunció sobre esta tregua temporal aunque dirigentes como el ministro de Exteriores, Andriy Sibiha, se han preguntado la razón de por qué esperar al 8 de mayo. «Si Rusia quiere la paz, debe cesar los disparos ya mismo». En Rusia la gran celebración del 9 de mayo es un evento en el que se realizan pomposos desfiles militares en el centro de Moscú, incluidos tanto aviones como tanques, para recordar la efeméride más importante de la Rusia moderna.
Negociaciones de paz
A pesar de la declarada voluntad de firmar la paz de su presidente, Rusia tiene muy claras sus líneas rojas, pues, según el ministro de Exteriores ruso Serguéi Lavrov, el reconocimiento de las regiones de Donetsk, Lugansk, Zaporiya y Jersón como parte de Rusia es «imperativo«, un extremo que difícilmente aceptará la otra parte negociadora. En 2014 Rusia se anexionó la península de Crimea, mientras que en 2022 repitió la jugada con las demás provincias a pesar de que no las controlaba entonces en su totalidad. La comunidad internacional no reconoció la adhesión de dichos territorios a Rusia ni los referéndums que hizo para legitimarlo y solo unos pocos países afines como Corea del Norte y Bielorrusia apoyaron la medida. Sobre estas regiones también se pronunció recientemente el presidente estadounidense, Donald Trump. Afirmó que Crimea lleva «12 años siendo rusa» y su Gobierno ha presionado a Ucrania para que la reconozca como tal para favorecer la firma de un tratado de paz definitivo.
También este lunes, Rusia por primera vez admitió abiertamente la participación de soldados norcoreanos en el conflicto, a pesar de haber negado antes esta información. En el comunicado del Kremlin, Putin agradeció el apoyo a su aliado. «Apreciamos gratamente y estamos muy agradecidos al camarada Kim Jong-un personalmente y al pueblo norcoreano», reza el texto.
El mismo mandatario ruso ya declaró unilateralmente el pasado 19 de abril una tregua con ocasión de la Pascua Ortodoxa, a la que Kiev se sumó poco después. Tras constatar que durante esas 30 horas se redujo la actividad militar en casi todos los sectores del frente, Putin se mostró dispuesto a reanudar las negociaciones directas con Kiev a pesar de que el frente sigue activo, mientras que su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, pide que haya tregua mientras ambos lados se sientan a la mesa de negociaciones. Rusia y Ucrania llevan en guerra desde el 24 de febrero de 2022 y no han intentado alcanzar un acuerdo de paz sin intermediarios desde marzo de ese mismo año.