«La teoría de la evolución es falsa. Las vacunas están hechas de grafeno y causan autismo. Hay que beber agua de mar porque cura enfermedades. Las estelas de los aviones son productos químicos con los que nos fumigan para controlarnos. El Holocausto nunca existió. Las Torres Gemelas fueron demolidas desde dentro. La Tierra es plana y tras la Antártida hay planetas escondidos. El cáncer es un invento de las farmacéuticas. Los judíos están detrás de la pandemia y de la vacuna del covid para dominar el mundo».
Por disparatadas que suenen, afirmaciones de este tipo circulan a diario por las redes sociales. Se comparten con fruición entre cuentas dadas a las teorías de la conspiración, la mayoría identificadas con identidades falsas, pero en ocasiones alcanzan tales niveles de viralidad que acaban llegando a todos los usuarios de las redes.
En junio de 2021, la cuenta Negacionistas Out of Context (@EstoyAvisando) empezó a recopilar las teorías más descabelladas que se difundían en X, que por entonces seguía llamándose Twitter, y a mostrarlas a través de pantallazos, nunca con enlaces a los perfiles que las difundían.
Cuatro años y 12.400 tuits después, @EstoyAvisando se ha convertido en uno de los repositorios más documentados y completos que existen de las ideas conspiranoicas que se propagan por la red y su titular, en un experto en este fenómeno, que ahora ha analizado en el ensayo ‘La gran conspiración. Cómo las redes sociales controlan tu vida’ (Kailas).
Su tesis es que si bien muchos de estos mensajes invitan a la carcajada por del nivel del desvarío que proponen, en realidad representan una amenaza seria para la convivencia dada la desinformación con la que intoxican a la población y el perverso mecanismo que los alimenta, atento siempre a los momentos de alarma social para disparar la propagación de bulos.
La propia historia de este perfil de X resume la evolución que ha experimentado su objeto de estudio y la magnitud que ha alcanzado. «Abrí la cuenta por echar unas risas. Empecé a encontrar tantos mensajes conspiranoicos y con tal grado de disparate que me pareció gracioso juntarlos y mostrarlos fuera de los círculos donde solían moverse», cuenta la persona que está detrás de @EstoyAvisando, y que prefiere, «por seguridad», mantener su identidad en el anonimato. «Puede llamarme Context, que es como me puso de mote un negacionista que me escribió enfadadísimo porque me hacía eco de sus teorías. Lo que más molesta a un conspiranoico es que le pongas delante un espejo», añade entre risas y con acento andaluz.
Pensamiento mágico
Este tuitero no tardó en darse cuenta de que lo de los bulos frikis difundidos por las redes no era ninguna broma y que su desarrollo encerraba una lógica interna cargada de intención. «Se nutren de alimentar el pensamiento mágico entre personas propicias a aceptar estas ideas. Añaden apariencia de solidez a sus mensajes con el apoyo de gurús que ejercen de influencers y de bots que los replican por la red», expone. Su ‘big bang’ lo sitúa en la pandemia. «Que la Tierra es plana ya se decía antes. Pero el confinamiento encerró en casa a mucha gente asustada sin apenas cultura digital y sin nada más que hacer que mirar el móvil», razona.
Desde entonces, el devenir de este fenómeno ha corrido paralelo al de la actualidad. «Suelen aprovechar los eventos de alto impacto para propagar sus teorías», apunta a cuento del aumento del caudal de bulos vivido en situaciones críticas como el volcán de la Palma, la dana de Valencia o el reciente apagón. En @EstoyAvisando, que su titular define como «un museo online del negacionismo», pueden encontrarse mensajes que sostienen que el volcán lo provocó el Gobierno, que el clima lo manipulan agentes ocultos con rayos láser y que el cero eléctrico del 28 de abril fue intencionado para resetear nuestros cerebros, ya infectados de nanobots mediante la vacuna del covid.
«Es como un lienzo en blanco, pueden propagar el disparate que quieran, pero el mecanismo es siempre el mismo. Se benefician del diseño de las redes, que viralizan siempre más lo que nos sorprende. Un bulo se difunde infinitamente más que su desmentido«, señala el gestor de @EstoyAvisando, que hoy cuenta con casi 200.000 seguidores, a los que se añaden los 17.700 suscriptores de @SoyContetxt, el perfil donde muestra las claves de las «oleadas de bulos» que se van sucediendo en el tiempo, y que a menudo parecen orquestadas. «Un ejemplo: la historia de la luciferasa. Es una sustancia que hace que algunos seres vivos emitan luz azul. Aseguran que nos la inocularon con la vacuna del covid y lo prueban mostrando fotos de pieles con venas azules. Las empezaron a propagar a la vez desde varias cuentas de influencers», destaca.
En su opinión, el peligro del negacionismo online no es que haya un cierto número de personas que creen que la Tierra es plana, sino que se afiance en la población la sospecha de que nos ocultan algo, «porque eso conduce al final de la democracia». Contra ese riesgo, el experto en teorías de la conspiración solo concibe un remedio: «Hay que mejorar la cultura digital de la gente para que aprenda a distinguir la verdad de la mentira».
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