Fue uno de los mayores espectáculo de los últimos años. Fue, sin duda, un auténtico caos. La culpa, cómo no, fue del tiempo, del clima, de la lluvia, que empezó en broma y acabó en diluvio. El Gran Premio de Francia, celebrado hoy en el popular, mítico y cinéfilo circuito de Le Mans, congregó a 120.000 espectadores, de nuevo récord en el Mundial de MotoGP. Espectadores que se volvieron locos, locos (con razón), ya que, por vez primera en la historia un francés, uno de los suyos, el piloto más veterano de la categoría, de la parrilla, con 34 años, Johan Zarco (Honda), ganó la prueba con una auténtico exhibición. Y más aún: Zarco coloca, de nuevo, a Honda, la desaparecida Honda, en lo alto de un podio, rompiendo la racha de 22 grandes premios ganados consecutivamente por Ducati.
Segundo, cómo no, con otra actuación digna de los ocho títulos que ostenta, quedó Marc Márquez (Ducati), que se consolidó al frente del Mundial, ahora con 22 puntos de ventaja sobre su hermano Àlex, que, por culpa de la lluvia, se fue dos veces al suelo cuando iba, como casi siempre, pegadito a su hermano, en una cómoda tercera posición que, al final, fue para el ‘rookie’ del año, el murciano Fermín Aldeguer (Ducati), que rompió a llorar nada más cruzar la meta. Lloraron todos, Zarco, el primero «ha sido un milagro, ha sido mágico, gracias a todos», gritó por la megafonía del circuito cuando los 120.000 aficionados coreaban su nombre. Y lloró Aldeguer, que va camino, en su debut en MotoGP, de seguir el camino de los campeones españoles. «Ni yo me lo creo: podio en mi sexta carrera en MotoGP».
«No puedo decir mucho, no me salen las palabras, pero sí daré las gracias a todo el mundo. Ni yo me lo creo. Ha sido mágico, ha sido único y, sobre todo, lo hemos disfrutado muchos, lo que es maravilloso»
La carrera fue un auténtico espectáculo por la enorme incertidumbre que había en el ambiente, en el cielo, en la pista y en los garajes. Los pilotos salieron con neumáticos de seco cuando amenazaba lluvia o con gomas de lluvia cuando parecía que iba a secarse, lo que provocó que uno se quedarán en la parrilla con ruedas de lluvia, como el sabio, veterano y pillo Zarco (de ahí que, al final, le sacase casi 20 segundos al mayor de los Márquez) y otros, no solo tuviesen que entrar en sus boxes a cambiar la moto de seco por la de agua, sino también cumplir saciones por no haberlo hecho al inicio.
La carrera tenía 26 vueltas y, a partir de la sexta, ya todo el mundo había cambiado su moto de seco por la de lluvia. Y, en efecto, empezaba una nueva carrera, pero con el listo, sabio y pillo Zarco liderándole en solitario, al haber ganado suficiente ventaja sobre los buenos, los campeones, los favoritos como para no sufrir ni siquiera teniendo, como perseguidor, al mejor piloto del mundo. «No ha sido solo cuestión de estrategia, de haberse quedado en la parrilla con los neumáticos de agua cuando los demás nos vimos obligados a cambiarlos», señaló Marc Márquez, «también ha sido fabuloso el ritmo en el que ha rodado, en una pista que era un espejo, el buenísimo de Johan».
«Dos caídas el domingo, dos ceros, no era momento de volver a caerse. El título te lo pueden dar estos segundos puestos. Zarco no ha ganado solo por estrategia, por picardía, ha ganado porque, en agua, ha sido rapidísimo. Salimos más líderes de Le Mans y eso es lo importante»
Zarco, que no solo ha resucitado, de pronto, a Honda de sus miserias (la última victoria de la firma alada fue, en 2023, en Austin, de la mano de Alex Rins), está buscando (o tiene a punto) su renovación con la marca japonesa, pero quiere que lo metan en el equipo oficial en sustitución de Joan Mir o Luca Marini. La verdad es que este triunfo, sonado, muy espectacular, le permitirá exigir y merecer ese honor. Honor que, por vez primera en sus 17 años de carrera, pudo compartir con sus padres, que acudieron a un circuito, cosa que no habían hecho nunca.
La suerte del vencedor
Entre los favoritos al título, entre los pilotos que han empezado a comprar números en estas seis primeras carreras para aspirar al trono del madrileño Jorge Martín (Aprilia), aún lesionado, aunque parece ser que volverá en un mes largo en Alemania, hubo mucha desolación, especialmente en el ‘hermanísimo’, que se fue al suelo dos veces, y también, también, en ‘Pecco’ Bagnaia (Ducati), que sigue arrastrándose en este inicio de campeonato, pues se cayó, se levantó y acabó el 16º. Todo eso hace mucho más líder al nº 1 del mundo, Marc Márquez Alenta.
Solo un dato más, lo digo porque siempre, siempre, las gestas, los actos heróicos, los triunfos inesperados dependen, muy a menudo, hasta demasiadas veces, de la suerte. Zarco ha sido empujado, en la primera curva de la carrera, nada más tomar la salida por Enea Bastianini, que provocó un juego de bolos, empujando a Bagnaia y a Joan Mir, que por poco, por muy poco, por poquísimo, empujaron a Zarco, que se abrió sabiamente, salvó la caída y, a partir de ahi, se convirtió en el nuevo príncipe de Le Mans y de Francia.
Clasificación del GP: 1. Johan Zarco (Honda), 45 minutos 47.541 segundos; 2. Marc Márquez (Ducati), a 19.907 segundos; 3. Fermín Aldeguer (Ducati), a 26.532 segundos; 4. Pedro Acosta (KTM), a 29.631 segundos y 5. Maverick Viñales (KTM), a 38.136 segundos.
Mundial de pilotos de MotoGP: 1. Marc MÁRQUEZ (España), 171 puntos; 2. Àlex MÁRQUEZ (España), 149; 3. ‘Pecco’ BAGNAIA (Italia), 120; 4. Franco MORBIDELLI (Italia), 85 y 5. Fabio DI GIANNANTONIO (Italia), 74.