Los Minnesota Timberwolves sufrieron un mundo este sábado pero finalmente sacaron adelante por 97-102 su tercer duelo ante los Golden State Warriors, que plantearon un partido espeso, muy peleado y de defensas sobre ataques pero que ahora están abajo por 1-2 en esta semifinal del Oeste.
Con el factor cancha de vuelta para Minnesota, el cuarto encuentro se jugará también en San Francisco este lunes. Sin el lesionado Stephen Curry, estos veteranos y curtidos Warriors dominaron el ‘tempo’ de un partido que parecía una oda a la NBA de los años 90 con Jimmy Butler moviéndose como pez en el agua.
Pero los Wolves, que se habían mostrado demasiado inocentes y tibios durante los tres primeros cuartos, reaccionaron en el último periodo (24-33) para quedarse con el triunfo y retomar el control de la eliminatoria.
Anthony Edwards pasó de la cruz de su primera parte (solo 8 puntos) a la cara de la segunda hasta acabar brillando con 36 puntos (13 de 28 en tiros). También fue crucial Julius Randle con el primer triple-doble de su carrera en el ‘playoff’ con 24 puntos (10 de 23 en tiros), 10 rebotes y 12 asistencias.
Además, un gran Jonathan Kuminga volvió a reivindicarse con 30 puntos (11 de 18) y 6 rebotes en unos Warriors lastrados por la eliminación por seis faltas de Draymond Green con más de cuatro minutos por jugarse en el último cuarto.
Guerra de trincheras
Acostumbrados a disfrutar de uno de los mejores talentos ofensivos de la historia del baloncesto, los Warriors acusaron desde el salto inicial la ausencia de Curry. Sin embargo, Butler se echó el equipo a la espalda con 11 puntos en el primer cuarto.
Tres triples seguidos animaron a unos Wolves que parecían entrar en calor (29-39 con 6.29 para el descanso) pero al final fue solo un espejismo. Minnesota solo metió un punto más en toda la primera mitad, Golden State rascó puntos y faltas aquí y allá hasta dar forma a un parcial de 13-1 y los de Steve Kerr se fueron al descanso por delante por un rácano 42-40.
Butler (18 puntos) y Kuminga (12) encabezaron a unos Warriors aferrados a su defensa y con un llamativo 0 de 5 en triples, lo que supuso su primera mitad en un ‘playoff’ sin aciertos desde el perímetro desde la primera ronda de 2007.
Aún peor fue la primera parte de los de Chris Finch, con un 34,1 % en tiros de campo (30 % en triples) y Randle como referente con 13 puntos (5 de 14 en tiros). Edwards solo metió 8 puntos con un nefasto 3 de 12.
‘Ant-Man’ resucitó en los Wolves con 15 puntos y un mate increíble sobre Kevon Looney, pero los Warriors encontraron el acierto perdido desde el perímetro con un sólido 6 de 11 en triples (3 de 5 de Buddy Hield) para aterrizar en el desenlace con un margen diminuto (73-69).
Con los Wolves metiendo una marcha más y poniéndose por delante, uno de los momentos clave de la noche llegó con la expulsión por seis faltas de un Green que había sido el ancla en defensa de los Warriors.
Los Warriors daban señales de agotamiento -sobre todo un Butler que solo metió 5 puntos en el último cuarto- y la puntilla llegó con un triple de Edwards a falta de 1.19 para culminar esta sufrida pero muy importante victoria de Minnesota.