Marian Rojas explica la técnica que ella usa con sus pacientes para que pierdan cualquier miedo o trauma: «Aprendes como la vida»

Los recientes apagones y parones en los trenes de toda España no solo han dejado a miles de personas atrapadas en ascensores o varadas en vagones en mitad del campo, también han dejado una secuela menos visible: el miedo. Muchas personas han desarrollado auténticas fobias a espacios cerrados, al uso de ascensores e incluso a subirse a un avión.

“La mente graba esas experiencias traumáticas y, aunque la situación no vuelva a repetirse, el cuerpo reacciona como si estuviera en peligro”, explica la psiquiatra Marian Rojas en el programa Fin de Semana con Cristina López Schlichting.

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Hay gente con fobia, por ejemplo, a subirse a un avión

 ¿Por qué se producen estos miedos de repente? 

Rojas detalla que estos temores no siempre surgen tras un episodio traumático directo. “A veces, no te pasa nada en un avión o en un ascensor, pero llevas una vida de estrés, no duermes bien, y un día, de repente, sufres un ataque de pánico en un espacio cerrado”, afirma.

El cerebro tiene sus propios “personajes” que entran en acción en estos casos. “La amígdala es la que detecta el peligro, y lo hace incluso antes de que seas consciente de que tienes miedo”, señala la especialista. Si a eso se suma un recuerdo grabado en el hipocampo —la memoria emocional—, el miedo se reactiva con más fuerza.

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Hay diferentes tipos de fobia y no son plato de buen gusto

“Por eso hay personas que, al entrar en un ascensor, automáticamente buscan la salida o que en el cine no pueden relajarse si no localizan la luz de emergencia”, explica.

Rojas alude a lo que el psicólogo Daniel Goleman llama el “secuestro de la amígdala”, un fenómeno en el que la parte racional del cerebro queda bloqueada. “Es ese momento en el que crees que te vas a morir, que no hay salida. Aunque tu razón sepa que no pasa nada, la emoción te supera”, comenta.

Este tipo de crisis no son raras en espacios cerrados como aviones. “Siempre llevo un ansiolítico de acción rápida en los vuelos, no para mí, sino porque no es la primera vez que alguien entra en pánico a mi lado”, confiesa.

LA TÉCNICA QUE MARIAN ROJAS RECOMIENDA PARA TRATAR ESTOS CASOS

En un viaje a Italia, la psiquiatra tuvo que asistir a una joven que no podía respirar del pánico. “Primero probé con técnicas de respiración, y como la situación no mejoraba, le di media pastilla de ansiolítico. Al final, logró calmarse. Es más habitual de lo que pensamos”, afirma.

Pasajeros leen el periódico durante un vuelo de avión

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Pese a que puedan usarse en algún momento, no es recomendable usar ansiolíticos

Pero, ¿hay que recurrir siempre a los fármacos o a repetir mantras? La respuesta de Rojas es clara: “No. Lo primero es desactivar el trauma, y hay técnicas muy efectivas para lograrlo”.

La psiquiatra se refiere especialmente al EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimiento Ocular), una terapia que, según explica, “desactiva de forma muy rápida los traumas y ayuda a superar el miedo”.

“No se trata de forzarte ni de sufrir. Se trata de hacerlo poco a poco, de forma progresiva, igual que la vida te va enseñando”, explica Marian Rojas.

Para superar fobias como el miedo a los ascensores o a volar, Rojas recomienda la exposición progresiva. “Si te da miedo el ascensor, empieza por entrar cuando esté parado y con la puerta abierta. Luego, sube solo un piso. Poco a poco, vas acostumbrando al cerebro a que no pasa nada”, explica.

Cuenta el caso de un paciente que perdió a su familia en un accidente aéreo y no podía ni acercarse a un aeropuerto. “Empezamos viendo películas de aviones, luego le compré un peluche con forma de avión para que lo tuviera cerca, y así, paso a paso, conseguimos que pudiera volver a volar”, relata.

Si te da miedo el ascensor, empieza por entrar cuando esté parado y con la puerta abierta»

Marian Rojas

Psiquiatra

LAS TÉCNICAS DE RESPIRACIÓN PARA CALMAR LA AMÍGDALA

Además de la exposición progresiva, la experta recomienda practicar técnicas de respiración para calmar la amígdala y salir del modo “alerta”.

“La más sencilla es inspirar en cuatro segundos, mantener el aire siete segundos y exhalar durante ocho. Esta respiración ayuda a recuperar la calma y a enseñar al cerebro que no hay peligro real”, aconseja.

Por último, Marian Rojas insiste en la importancia de cambiar las frases que nos decimos a nosotros mismos en momentos de angustia. “En lugar de pensar ‘me voy a quedar encerrado’ o ‘me voy a morir’, hay que repetirse: ‘sé lo que está pasando, sé qué hacer, y esto pasará’”, concluye.

Superar los miedos no es imposible. Con las técnicas adecuadas y un poco de paciencia, es posible dejar atrás los traumas y recuperar la libertad. “Lo importante es saber que estos miedos irracionales se tratan, y que no hay que resignarse a vivir con ellos”, remata la experta.

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