Hace unas semanas que el teléfono del padre Youssef ya no suena a las ocho de la tarde. A la caída del sol sobre las ruinas de Gaza, no le acompaña la ansiada aunque rutinaria llamada. Durante un año y medio, el teléfono sonaba a aquella hora en la iglesia de la Sagrada Familia en la ciudad de Gaza. La llamada venía desde el corazón del Vaticano y, al otro lado de la línea, les esperaba el ahora difunto papa Francisco. El día antes de morir, el intercambio duró apenas cuatro segundos: unos cuantos ¿cómo estáis?, ¿todo bien?, y poco más. Tras la muerte de Bergoglio el pasado 21 de abril, nadie llama desde la Santa Sede a los cristianos de Gaza. Aunque ellos esperan que ahora su sucesor, el papa León XIV, mantenga el hábito.
«Estamos felices por la elección del papa», ha dicho a Reuters George Antone, de 44 años, jefe del comité de emergencia de la Iglesia de la Sagrada Familia en Gaza. «Esperamos que su corazón permanezca con Gaza como el papa Francisco», ha añadido. «Apelamos al nuevo Papa a que mire a Gaza con los ojos del papa Francisco y la sienta con el corazón del papa Francisco; al mismo tiempo, confiamos en que el nuevo Papa dará importancia a Gaza y a su paz«, ha añadido Antone, desde la única parroquia católica romana del devastado enclave palestino.
Cuando empezó la guerra contra Gaza después del ataque del 7 de octubre de 2023 por parte de milicianos de Hamás, decenas de personas escogieron refugiarse en el recinto de esta iglesia. Según confirma Antone a Reuters, en su interior, el perímetro situado en el corazón de la ciudad de Gaza, alberga a 450 cristianos y una treintena de musulmanes se están quedando en un refugio para ancianos y niños en la misma zona. Pese a estar rodeado de la más pura devastación, la iglesia no ha sido bombardeada directamente, aunque sí un edificio adyacente y en diciembre de 2023 francotiradores israelíes asesinaron a una anciana y su hija cuando se dirigían al baño de un edificio a otro.
135 católicos
Ahora, desde ese mismo lugar, añoran escuchar la voz del papa Francisco cada día a las ocho. Pero tienen grandes esperanzas de que León XIV, alineado en valores con su predecesor, conserve esta rutina. Por el momento, el nuevo Pontífice no ha dicho demasiado en público sobre Gaza, por lo que no está claro si emulará a su precursor. En un comunicado, Hamás ha felicitado al nuevo Pontífice, diciendo que esperaba «que continúe el camino del difunto papa de apoyar a los oprimidos y rechazar el genocidio en Gaza». Sólo un 2% de la población de los territorios palestinos es cristiana. En Gaza, antes de la guerra, eran 1.017 cristianos, la mayoría griegos ortodoxos. Apenas 135 son católicos.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, ha pedido al nuevo Papa que continúe los «esfuerzos de paz» de su predecesor en todo el mundo, según un comunicado oficial. El octogenario líder palestino ha reafirmado la profunda amistad histórica entre el Estado de Palestina y la Santa Sede y ha expresado su compromiso de fortalecer estos lazos al servicio de la humanidad, la justicia y la paz mundial. A su vez, el presidente ha destacado el vital papel moral, religioso y político de la Santa Sede al apoyar causas justas, entre las que destaca el derecho del pueblo palestino a la libertad y la independencia.
Invitación a Israel
La cercanía del papa Francisco con Gaza, de donde huyeron al menos 300 cristianos al principio de la guerra, trajo consigo la animadversión de los líderes israelíes, por mucho que, en sus discursos, el Pontífice también exigiera el fin de la violencia y el retorno de los rehenes. A su muerte, el Ministerio de Asuntos Exteriores emitió un tuit de condolencias que rápidamente eliminó y ningún alto representante israelí asistió a su funeral. Pero, tras el nombramiento del papa León XIV, las autoridades han querido tenderle la mano y esperan una nueva etapa de proximidad con el actual líder de la Iglesia católica.
«Felicitaciones al papa León XIV y a la comunidad católica mundial«, ha declarado el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu. «Le deseo al primer papa estadounidense mucho éxito en el fomento de la esperanza y la reconciliación entre todas las religiones», ha añadido. Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores también se ha mostrado abierto a mejorar las relaciones con el Vaticano. «Esperamos trabajar juntos para fortalecer aún más la relación entre el Estado judío y la Santa Sede», ha afirmado en un comunicado de felicitación. «Esperamos darle pronto la bienvenida a Tierra Santa», ha añadido.
En Oriente Próximo, el papa Francisco dejó un legado difícil de igualar. A parte de sus llamadas diarias a Gaza, el Pontífice se erigió como un firme defensor del diálogo interreligioso y la paz. Visitó Emiratos Árabes Unidos, Irak y Egipto para propagar la unidad y el entendimiento entre cristianos y musulmanes. Su sucesor comparte su línea ideológica, pero está por ver cómo actuará en esta región dominada por los conflictos, la violencia y, sobre todo, la falta de entendimiento entre sus pueblos.
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