En un panorama televisivo marcado por dramas densos y sesudos, reportajes true crime, franquicias con universos compartidos, distopías, realidades alternativas y un largo etcétera hay quien todavía sigue prefiriendo las tramas de toda la vida. Argumentos sencillos a los que, tarde o temprano, acaba volviendo. Las series procedimentales clásicas regresan con fuerza, aunque quizá la explicación es que nunca llegaron a irse del todo. Episodios para los que no hace falta haber visto toda la serie para entender la trama. Argumentos sin mayores complicaciones, contadas con la única pretensión de entretener con dignidad. Sin tomar el pelo a un espectador que busca desconectar de todo con una buena historia cuando se sienta ante la pequeña pantalla al regresar a casa del trabajo. A esto ha ayudado el hecho de que plataformas ávidas de contenido han recurrido a algunos de los títulos en abierto de las grandes cadenas para incorporarlas a su catálogo.
Este viaje a la nostalgia comienza con ‘Matlock’ (Movistar), cuyo título evoca a la clásica serie de abogados de los años 80, aunque no estamos ante un reinicio, ni tampoco una secuela. En el argumento de la nueva ‘Matlock’, resucitada por la CBS, existió una serie que se titulaba así y la protagonista lleva su mismo apellido. En este renacer, se cambia el sexo del personaje principal interpretado en su versión clásica por Andy Griffith. El personaje principal es ahora Madeline Matlock y la encarna Kathy Bates. Aunque ha hecho papeles de todo tipo, desde ‘Misery’ nos habíamos acostumbrado a ver en papeles de villana, y aquí la tenemos como estrella absoluta. En su papel de ‘Matlock’ no parece la amenazadora loca del hacha, sino una adorable ancianita en la que todo el mundo confía y acaba abriéndole su corazón. Pero nada es lo que parece y esconde motivaciones de venganza. La serie juega con la idea de que, a partir de determinada edad, las mujeres se vuelven invisibles e irrelevantes para algunas personas, como la protagonista misma se encarga de explicar al inicio de la serie. La protagonista se aprovecha precisamente de que nadie la valora, para infiltrarse donde quiere. De esta manera, la nueva ‘Matlock’ ha empezado a trabajar en un potente despacho de abogados. Pero la realidad es que ella tiene su propia hoja de ruta. Busca identificar a los responsables de que los jefazos de una empresa farmacológica quedaran impunes por la muerte de su hija durante el proceso judicial de la crisis de los opiáceos. Una trama serializada que va avanzando episodio tras episodio, aunque en cada uno de ellos nos enfrentamos al caso de la semana. Todo ello aderezado con unas gotas de comedia que siempre dejan un buen sabor de boca al final del episodio. El pleito de la Oxicodona es una trama que nos hubiera gustado ver en ‘The Good Wife’ con Michael J. Fox interpretando a uno de los abogados sin escrúpulos que defiende a las grandes corporaciones. Así que la nueva ‘Matlock’ parece tener más presente la serie creada por el matrimonio King que su referente clásico.
Tan televisivas como las series de abogados lo son las policiacas, otro de los géneros por excelencia de los procedimentales. ‘High Potencial’ (Disney Plus) podría parecer un nuevo ‘Castle’, aunque en realidad es la versión made in USA de una serie francesa. La protagonista Kaitlin Olson interpreta a Morgan, que empieza a trabajar como señora de la limpieza para la policía, donde descubre que tiene un talento innato para la resolución de crímenes. Le basta con echar un vistazo a una foto de la escena de un crimen mientras saborea un chupachups para saber exactamente lo que ha pasado. No es que tenga superpoderes, sino un alto coeficiente intelectual. Estas dotes le habían causado que los demás la vieran como la rarita y que su vida personal haya sido un tanto desastre. Su papel de superdetective excéntrica es muy similar al de otros títulos similares como ‘Poker Face’ y ‘Elsbeth’. La falta de experiencia de Morgan como policía hace que tenga unos métodos poco ortodoxos y ponga en peligro alguna que otra investigación. Algunas veces con sus altas capacidades deductivas se pasan tres pueblos y resulta difícil de creer que haya conseguido averiguar tanto en tan poco tiempo. Como en la anterior, el caso de la semana se va alternando con la investigación de la desaparición de su primer marido, del mismo modo que en ‘Castle’ el asesinato de la madre de Beckett (Stana Katić) era otro de esos misterios que avanzaban en episodios clave. Mientras tanto, otras plataformas ha recuperado la otra serie que ha mantenido en el candelero al otro protagonista de ‘Castle’, Nathan Fillion, ‘The Rookie’.
La ciencia ficción siempre ha sido campo abonado para las series procedimentales, donde el misterio de la semana se sustituye por la anomalía de la semana. El mayor exponente de la ciencia ficción televisiva fue ‘Star Trek’. Aunque tras su regreso a través de Discovery optó por tramas que se desarrollaban a lo largo de toda la temporada, fórmula que también se repitió en ‘Picard’, en sus posteriores títulos se ha vuelto a su modelo clásico de una aventura por episodio. Así lo han hecho en ‘Strange New Worlds’ (SkyShowtime), el actual buque insignia de la franquicia, así como en las series de animación ‘Lower Decks’ y ‘Prodigy’. A falta de que se creen nuevos títulos que completen la franquicia, el Enterprise sigue explorando la galaxia en busca de nuevas formas de vida y civilizaciones para llegar a donde nadie ha podido llegar. ‘Strange New Worlds’ estrenará en breve su tercera temporada.
Cambiando a tercios más relajados, las series de ricos de vacaciones no las inventó ‘The White Lotus’. ‘Vacaciones en el Mar’, ‘Hotel’ son series que en cada episodio contaba con estrellas de lujo como estrellas invitadas y que interpretaban a clientes de estos enclaves de relax que afrontaban un grave problema personal durante sus vacaciones y que acababan afectando a la tripulación o trabajadores del lugar en cuestión. ‘Doctor Odyssey’ (Disney Plus) es uno de los nuevos títulos de Ryan Murphy tras su regreso a Fox y un homenaje a ‘Vacaciones en el mar’. Los protagonistas trabajan en la enfermería de un crucero de lujo, donde la vida no es tan reposada como para el resto de pasajeros. En cada episodio atenderán una media de cuatro emergencias, de esas que le amargarían las vacaciones a cualquiera. Un ritmo frenético que recuerda al de otras series de la factoría Murphy, como las de la franquicia ‘911’. En el capítulo piloto, tenemos una intoxicación de marisco, un accidente en la piscina, una fractura de pene en una noche de pasión y un pasajero que se cae por la borda en plena fiesta de éxtasis. Para evitar repeticiones, en algunos episodios tenemos cruceros totalmente tematizados: uno de solteros, otro LGTBI, otro para Halloween, para las navidades o para San Valentín… No recuerdo si han llegado a celebrar Acción de Gracias. La serie no está exenta de cierta crítica a los ricos, al estilo de ‘The White Lotus’ o de ‘Succession’. Don Johnson interpreta al carismático capitán del barco. Su filosofía está clara, sus pasajeros han pagado fortunas para hacer ese viaje y todas las atenciones que reciban deben ser perfectas, para garantizar unas vacaciones inolvidables. Así que no es de extrañar que en la clínica del barco cuenten con un equipo que algunos hospitales codiciarían. La verdadera acción está allí, no solo en lo laboral sino también en lo personal, ya que contamos con una trama de culebrón con flirteos entre los tres protagonistas entre urgencia y urgencia. Lamentablemente, esta serie está en la cuerda floja y podría no ser renovada, pero para el final de temporada está anunciado un ataque de tiburones. Mientras ese momento llega, la emisión de nuevos capítulos está en barbecho. Si se marcha, lo hará a lo grande.
Y no dejamos los dramas médicos. Max ha logrado una de las series del año con ‘The Pitt’. Recuerda tanto a ‘Urgencias’, el mítico título de los 90 que lanzó al estrellado a George Clooney, que los herederos de Michael Crichton, el creador de aquella, han puesto a la Warner una demanda por plagio. También a eso ha ayudado el que desde la cadena pidieron autorización para desarrollar el proyecto y estos no quisieron. Así que lo cambiaron con otros personajes y totalmente desligada de la anterior. Noah Wyle, uno de los protagonistas de aquella, vuelve a ponerse en la piel de un médico de un atestado servicio de urgencias, esta vez en Pittsburgh. Cada episodio es una hora en tiempo real en las dependencias médicas, donde se suceden situaciones de vida o muerte y muy reveladoras sobre los problemas de salud mental que afronta el personal sanitario desde la pandemia. Los protagonistas afrontan un día infernal, en el que los momentos de tensión se van sucediendo, y cuando parece que las cosas no pueden ir a peor les llegan las víctimas de uno de esos tiroteos con víctimas masivas que lamentablemente siguen proliferando en los Estados Unidos. Aunque no es una serie procedimental como las anteriores, sí que recupera el espíritu de aquellos títulos de antaño. La buena televisión nunca muere.