Un estudio centrado en las 28 ciudades más pobladas de Estados Unidos ha demostrado que todas ellas se están hundiendo en mayor o menor medida. Entre estas ciudades no solo figuran las situadas en la costa, donde el nivel del mar es más preocupante, sino también muchas del interior. Además, el estudio revela que la superficie de algunas urbes se está modificando a diferentes ritmos, es decir, están hundiéndose en algunos puntos mientras están ‘ascendiendo’ en otros, lo que podría generar tensiones físicas capaces de afectar a edificios y otras infraestructuras.
Hay ciudades donde unas partes están hundiéndose y otras ascendiendo, lo que podría generar tensiones físicas capaces de afectar a edificios y otras infraestructuras
La extracción masiva y continua de aguas subterráneas es la causa más común de estos movimientos de tierra, según los autores, aunque en algunos lugares intervienen otras fuerzas. El estudio ha sido publicado esta semana en la revista Nature Cities.
«A medida que las ciudades continúan creciendo, veremos cómo más ciudades se van expandiendo en regiones en proceso de hundimiento», afirmó el autor principal, Leonard Ohenhen, del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty de la Escuela de Clima de Columbia. «Con el tiempo, este hundimiento puede generar tensiones en las infraestructuras, unas tensiones que superarán su límite de seguridad«, alertó.
Ciudades analizadas en el estudio, en fase de hundimiento / Nature
El rápido hundimiento de metrópolis costeras en todo el planeta, como Yakarta, Venecia y Nueva Orleans, ya ha suscitado la atención de los expertos, y numerosos estudios han demostrado que muchos lugares de la costa este de Estados Unidos y otras partes del mundo también sufren este proceso. Sin embargo, la mayoría de los estudios se han basado en datos relativamente escasos, distribuidos en amplias áreas, para ofrecer un panorama general.
Para analizar todas las ciudades estadounidenses con poblaciones superiores a 600.000 habitantes, la nueva investigación utilizó datos satelitales recientes para cartografiar los movimientos verticales del terreno con precisión milimétrica en cuadrículas de tan solo 28 metros cuadrados. Los autores descubrieron que, en 25 de las 28 ciudades, dos tercios o más de su superficie se está hundiendo. Se trata de un dato preocupante, pues, en total, alrededor de 34 millones de personas viven en las zonas afectadas.
Houston se hunde hasta 5 centímetros al año
La ciudad que se hunde más rápidamente es Houston, con más del 40% de su superficie hundiéndose más de 5 milímetros al año, y el 12% haciéndolo al doble de esa velocidad. Pero hay algunos puntos localizados donde se está hundiendo hasta 5 centímetros al año. Otras dos ciudades texanas, Fort Worth y Dallas, no se quedan atrás. Algunas zonas concretas de rápida subsidiencia son los alrededores del Aeropuerto La Guardia de Nueva York y partes de Las Vegas, Washington, D.C. y San Francisco.
La extracción de agua subterránea para uso humano fue la causa del 80% del hundimiento total, según el estudio
Además de medir los cambios en la elevación superficial, los investigadores analizaron las extracciones de agua subterránea en las áreas afectadas. Al correlacionar esto con los movimientos de tierra, pudieron determinar que la extracción de agua subterránea para uso humano fue la causa del 80% del hundimiento total. Generalmente, esto ocurre cuando se extrae agua de los acuíferos compuestos por sedimentos de grano fino. A menos que el acuífero se reponga, los espacios porosos anteriormente ocupados por agua pueden colapsar, compactando y hundiendo la superficie. En Texas, el problema se ve agravado por la extracción añadida de petróleo y gas, según el artículo.

La sobreexplotación hídrica del subsuelo causa subsidiencia / Agencias
Los investigadores afirman que el continuo crecimiento demográfico y el consumo de agua, junto con las sequías inducidas por el clima en algunas zonas, agravarán estos procesos de hundimiento en el futuro.
Unos 34 millones de personas viven en las zonas afectadas
En algunas zonas, sin embargo, también intervienen fuerzas naturales. En particular, el peso de la imponente capa de hielo que ocupó gran parte del interior de Norteamérica hasta hace unos 20.000 años provocó que la tierra a lo largo de sus bordes se abombara hacia arriba, de forma similar a cuando se comprime el aire de una parte de un globo a otra. Incluso hoy, tras la desaparición del hielo, algunos de estos terrenos siguen hundiéndose a un ritmo de entre 1 y 3 milímetros al año. Entre las ciudades afectadas figuran Nueva York, Indianápolis, Nashville, Filadelfia, Denver, Chicago y Portland.
Incluso el peso de los edificios podría estar pasando factura. Un estudio de 2023 reveló que los más de un millón de bloques de viviendas y empresas de Nueva York ejercen tanta presión sobre la tierra que podrían estar contribuyendo al hundimiento de la ciudad. Un estudio independiente más reciente reveló que algunos edificios en el área de Miami se están hundiendo, en parte debido a alteraciones en el subsuelo causadas por la construcción de nuevos inmuebles en la zona.

Nueva York y sus alrededores, otra de las ciudades afectadas / Agencias
El estudio ahora publicado revela que ocho ciudades (Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Phoenix, Houston, Filadelfia, San Antonio y Dallas) concentran más del 60% de la población que vive en terrenos afectados por esta subsidiencia. Cabe destacar que estas ocho ciudades han sufrido más de 90 inundaciones significativas desde el año 2000, probablemente debido en parte al descenso de la topografía.
Ciudades con barrios en descenso y otros en ascenso
Otro hallazgo clave: algunas ciudades están experimentando un movimiento diferencial, con barrios hundiéndose a ritmos diferentes, o incluso con unos hundiéndose mientras otras áreas se elevan. Estos movimientos ascendentes posiblemente se deban, opinan los expertos, a la rápida recarga de los acuíferos situados junto a ríos u otras fuentes de agua. La elevación en ciertas áreas compensa con creces el hundimiento general en tres ciudades: Jacksonville, Florida; Memphis, Tennessee; y San José, California.
El movimiento diferencial es un problema porque, señalan los autores, si toda una zona urbana se mueve hacia arriba o hacia abajo de manera uniforme y a la misma velocidad, se minimiza el riesgo de tensiones en los cimientos de los edificios y otras infraestructuras. Sin embargo, si las estructuras están sujetas a una serie de movimientos verticales desiguales, pueden experimentar una inclinación peligrosa.
El estudio reveló que solo alrededor del 1% de la superficie total de las 28 ciudades se encuentra en zonas donde el movimiento diferencial podría afectar edificios, carreteras, líneas ferroviarias y otras estructuras. Sin embargo, estas áreas tienden a estar en los núcleos urbanos más densos y actualmente albergan unos 29.000 edificios. Las ciudades más peligrosas en este sentido son San Antonio, donde, según los investigadores, 1 de cada 45 edificios presenta un alto riesgo; Austin (1 de cada 71); Fort Worth (1 de cada 143) y Memphis (1 de cada 167).