La proximidad con el final de temporada provoca que cada partido adquiera una relevancia superior a los acontecidos hasta la fecha. A cada minuto que pasa, la temperatura, los nervios y la tensión ascienden. Todo se sumerge en un ambiente de trascendencia, donde cada detalle toma la capacidad de marcar diferencias en el devenir de la competición. Múltiples desenlaces cargados de emoción se forjarán en los cuatro encuentros que restan, tanto por abajo como, sobre todo, por arriba debido a la nutrida cantidad de aspirantes a subir a Primera División. Sin embargo, el calendario, caprichoso por ocasiones como esta, lleva a Elche y Levante a afrontar un partido de los grandes. Un día de los que marcan un antes y un después. Un enfrentamiento de altura en el momento más determinante del curso. Pero, por encima todo, un choque con aroma a Primera División, entre los dos mejores clubes de la categoría de plata y en la que será una auténtica fiesta para el fútbol valenciano.
Solo quedará uno, pero la Comunitat suspira por una temporada con cuatro equipos de su territorio en la élite. No obstante, en un Martínez Valero que presentará una enorme entrada, solo quedará uno. El Elche, tras su vital triunfo en Burgos, aterriza a la cita frente a los granotas con la sensación de que entre el cielo de Primera y los infiernos de Segunda División hay una corta distancia. No les faltan argumentos: aunque tengan al Levante un puesto por detrás, la diferencia de cuatro puntos faltando nueve provoca que la euforia se haya desatado por las calles de la localidad. Además, su notable racha de resultados, donde no conocen la derrota desde el 2 de marzo, se justifica con un estilo fiable en la retaguardia, con solo 29 goles encajados, y un estilo atacante y combinativo que ha sido tendencia en Segunda División. Por ello, los seguidores franjiverdes cuentan las horas para la que esperan que sea la fiesta en la que poner pie y medio en la máxima categoría del fútbol español, pero el Levante, en un momento de crisis tras sumar un punto de los últimos seis, no quiere presenciar ninguna celebración, básicamente, porque jugaría en contra de sus intereses. Es el precio a pagar después de desviarse de su camino hacia el ascenso. No obstante, y después de insistir en que hubieran firmado estar en esta situación a principio de temporada, lo mejor que le puede haber pasado al equipo de Calero es llegar a su cita frente al Elche dependiendo de sí mismo. Ahora lo tiene que aprovechar.
Cuando pareció que el camino del Levante hacia la élite no iba a sufrir interrupciones después de su contundente victoria contra el Zaragoza, la derrota frente al Oviedo y el empate ante el Tenerife, de carácter imperdonable por ser en casa, tratarse de un equipo en descenso y por el fútbol irreconocible que practicaron los levantinistas, ‘obliga’ a los de Julián Calero a no pensar en otro resultado que no sea el de la victoria. Además de por amenazar un liderato que, en el caso de sumar de tres, seguiría siendo ilicitano, por mantener una segunda posición que podría correr riesgo si los granotas se dejan unidades en el Martínez Valero. La distancia con el Racing de Santander, tercer clasificado, es de un punto, pero, con el quinto, la diferencia es de solo dos puntos. Un escenario de máxima tensión, pero, pese a ello, en Orriols se respira un ambiente optimista. La marea levantinista hará acto de presencia en el estadio franjiverde a pesar de los diferentes obstáculos que tuvieron que sortear para adquirir entradas. No solo por las 626 visitantes, sino, sobre todo, por la limitación, más allá de los elevados precios, de que solo los abonados pudieran conseguir localidades hasta el pasado miércoles por la tarde.
No obstante, miles de granotas arroparán a los suyos en un partido trascendental, al que se apuntan Dela y Oriol Rey tras superar sus respectivas molestias y al que Iván Romero no llegará por lesión. Aun así, Julián Calero tendrá, hasta última hora, la duda de cuántos minutos podrá contar con el tocado Kochorashvili. En el bando local, Sarabia no podrá contar con Elbasan Rashani, por unas molestias musculares, ni con Bambo Diaby, que se queda fuera una semana más por sus problemas de pubis. No obstante, volverá a tener a su disposición a Álvaro Núñez para afrontar un partido de Primera División en el Martínez Valero. El fútbol valenciano suspira por tener a ambos en la élite, para que la felicidad y el orgullo de la Comunitat sea rebosante al tener cuatro representantes en el lugar donde compiten los mejores del panorama nacional. Pese a ello, esta tarde solo puede quedar uno: Elche, para meter la directa hacia Primera División, o Levante para fortalecer su candidatura y disipar cualquier tipo de duda de cara al empujón final.