La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene entre sus objetivos reducir los riesgos en la carretera y mejorar la circulación vial, por eso cada año refuerza su lucha contra las imprudencias al volante en aras de salvar vidas.
Para conseguirlo, nada mejor que la educación y la colaboración de todos los conductores para evitar las infracciones del código de circulación, pero lamentablemente esto no siempre es posible. Así que la DGT utiliza las armas disuasorias que tiene a su alcance, como son las multas de tráfico.
Multas de la DGT
Las sanciones pueden ser de carácter leve o grave, e incluso las más suaves pueden costarnos un buen pellizco de nuestro bolsillo, así como varios puntos del carné. Lo más habitual es que las multas de tráfico de la DGT obedezcan a tres tipos de infracciones:
- Exceso de velocidad
- Uso del móvil al volante
- No usar el cinturón de seguridad
Sin embargo, también hay otras acciones que suponen un quebrantamiento de las normas de tráfico y que también pueden suponernos un importante desembolso económico aunque, a simple vista, su incumplimiento no parezca tan peligroso como otras infracciones.
Este tipo de faltas están consideradas de carácter leve, pero pueden derivar en sanciones económicas importantes e, incluso, en la pérdida de puntos del carné de conducir. De hecho, aunque muchas personas piensan que son sanciones menores, la realidad es otra: una infracción leve puede acarrear una multa de hasta 500 euros, según el Ministerio del Interior.
Estas infracciones están relacionadas con la documentación que la Dirección General de Tráfico estipula como obligatoria para todos los conductores. Y es que, para circular sin preocupaciones y evitar las temidas multas de DGT, siempre hay que llevar determinada documentación en el vehículo y, además, vigilar y comprobar que no esté caducada. Estos documentos obligatorios son:
- Permiso de circulación
- Permiso de conducir
- Tarjeta de la ITV en vigor
No llevar estos documentos encima se considera una infracción leve y puede conllevar la pérdida de puntos del carné y, con ellos, la capacidad de seguir conduciendo legalmente. Para evitarlo, lo mejor es aplicar un consejo práctico y tener toda esa documentación obligatoria en la guantera. Así, si un agente te la solicita, no perderás tiempo buscando y evitarás situaciones incómodas que puedan terminar en una sanción.