Es la primera mujer que cumple condena a prisión permanente revisable en España. Lo hace en la cárcel de Brieva (Ávila) con otras 73 presas y decenas de funcionarios, la mayoría hombres. Las denuncias de la madre de Gabriel, el niño al que asesinó en 2018, y la investigación de la Guardia Civil han revelado los privilegios de los que disfrutaba, y de los que presumía, Ana Julia Quezada. La jueza investiga a un funcionario por facilitarle un teléfono móvil a cambio de sexo, pero el sumario del caso, al que ha tenido acceso el canal de sucesos de Prensa Ibérica, revela el trato de favor a la asesina de Gabriel en la cárcel.
Una de las presas de Brieva que ha declarado ante la Guardia Civil señaló que Ana Julia tuvo relaciones sexuales con «al menos tres funcionarios y un trabajador de cocina». La mujer afirmó que oía cómo por las noches «entraban funcionarios a la celda contigua a la mía, donde estaba Ana, para mantener esos encuentros». Esta mujer asegura que Ana Julia era ordenanza en el módulo azul de la cárcel, el más tranquilo de la prisión, considerado «de respeto», y que era también «presa de máxima confianza para los funcionarios».
Tres funcionarios
Según esta declaración, Ana Julia Quezada fue «capaz de engañar a diferentes funcionarios para ganarse su trato de favor«. La presidiaria menciona por sus nombres a tres funcionarios de la cárcel (ninguno es el que está siendo investigado) de los que dice que tuvieron sexo con Ana Julia y a cambio la habrían ayudado a introducir en prisión «teléfonos o cualquier otra cosa que necesitara».
Añade que Quezada comentaba eso delante de otras compañeras. En ese sentido, la asesina del niño Gabriel habría presumido en diversas ocasiones delante de otras reclusas de tener «encoñados» a un cocinero y varios funcionarios , «pudiendo sacar cosas a cambio» de esa situación.
Más internas tienen móvil
Otras dos mujeres que cumplen condena en la cárcel de Brieva han ratificado ante la Guardia Civil que Ana Julia les contó a ellas y a muchas otras compañeras, sus relaciones sexuales con un funcionario. En este caso sí mencionan el nombre del veterano trabajador que está siendo investigado. Una de esas reclusas asegura que Ana Julia «es muy manipuladora y puede conseguir cualquier cosa». Añade que generalmente el sexo con funcionarios se utiliza en la cárcel para conseguir perfumes, chocolate, maquillaje, alcohol… Y explica que «Ana Julia ha dispuesto de cosas que no se suelen conseguir en prisión».
La mujer que mantenía una relación sentimental con Ana Julia, según su propia declaración ante la Guardia Civil, también habló de los regalos que conseguía la asesina a cambio de sexo. Esta joven catalana dijo saber que hay «dos funcionarios que han requerido de Ana relaciones sexuales y que a cambio ella ha recibido regalos como perfumes, chocolate, cerveza, etcétera».
Un funcionario de la cárcel está siendo investigado por un posible delito de cohecho y consentir, a cambio de sexo, que Ana Julia tuviera un teléfono móvil, incluso dos en diferentes etapas. En el sumario consta la declaración de otra presa, que confiesa que ella también tenía un teléfono móvil en la celda. «La mayoría de las internas lo tienen, las que pueden permitírselo económicamente», aseguró ante la Guardia Civil.
«Tiene el diablo dentro»
Esta mujer usó su móvil para chatear con una amiga que está fuera de la cárcel. Esos mensajes, que coinciden en el tiempo con la trama de sexo y corrupción que se está investigando tras la denuncia de la madre de Gabriel, reflejan la situación en la prisión de Brieva y los privilegios de Ana Julia Quezada.
Una compañera de cárcel de la asesina contó a una amiga: «Ana Julia es la ordenanza del módulo. Junto a una valenciana son las que organizan e informan a la educadora y la directora de lo que pasa en la prisión. No te puedes imaginar cómo funciona esta prisión». Su amiga la aconsejó: «No te acerques a ella»… «Tiene el diablo dentro»
Así, el 14 de septiembre de 2023, esta presa escribe por whatsapp a su amiga: «Ana Julia es la ordenanza del módulo junto a… una valenciana. Son las que organizan e informan a la educadora y la directora de lo que pasa en la prisión. Ya sabes que te comenté que está liada con don… (nombre de un funcionario) y estoy en el módulo dos. No te puedes imaginar cómo funciona esta prisión«.
Su amiga la aconseja: «No te acerques a ella»… «Tiene el diablo dentro».
«Los amantes funcionarios»
Varios meses después, en mayo de 2024, la madre de Gabriel Cruz, el niño asesinado por Ana Julia, denuncia públicamente que la criminal está participando en un documental por el que piensa recibir dinero y que en la cárcel dispone de teléfonos móviles. El 16 de mayo, esta presa que dispone de móvil vuelve a chatear por whatsapp con su amiga, que está en libertad. Los mensajes constan en el sumario y hacen referencia a que el registro de la celda de Ana Julia no servirá para nada, tampoco para encontrar el teléfono móvil que utilizaba.
«Se lo guardan los amantes funcionarios… No se lo encontrarán… ¿Ahora entiendes el poder que (Ana Julia) tiene aquí dentro?«, escribe la compañera de cárcel a su amiga. Al día siguiente, la presa vuelve a escribir sobre Ana Julia. Insiste en los privilegios de los que disfruta Quezada en la pequeña cárcel abulense. «La directora (de la cárcel) y el equipo la atienden como si fuese de la realeza». Poco después, la presa se intercambia con su amiga varias capturas de instagram y TikTok y escribe: «No es normal que estén la mayoría (de funcionarios) abducidos por ella».
En otro whatsapp, la compañera de cárcel de Ana Julia Quezada da una explicación: «se acuesta con varios funcionarios que son veteranos y median por ella». Su amiga, desde la calle, le pregunta: «¿Con todos se acuesta? ¿También con las mujeres?» y la presa le responde: «No, hombres». La reclusa da dos nombres de funcionarios que supuestamente tendrían sexo con Ana Julia. De uno dice que es «mano derecha de la directora de la cárcel», y apunta que hay «alguno más». Añade que «se tapan unos a otros» y por eso nadie había denunciado nada. Hasta que lo hizo la madre de Gabriel Cruz, el niño de 8 años al que Ana Julia Quezada segó la vida.