Yolanda Díaz se sitúa como una excepción en la reducción de jornada laboral a 37,5 horas que ella misma aspira a impulsar desde el Ministerio de Trabajo. La vicepresidenta segunda del Gobierno ha admitido que su condición de «servidora pública» le llevará a no acatar la nueva norma laboral, que este martes salió del Consejo de Ministros y que tendrá que aprobarse definitivamente en el Congreso, donde no tiene los apoyos necesarios ante el rechazo frontal de Junts y del PP.
La ministra de Trabajo admitió que no se aplicará para sí la que ha sido su medida estrella en esta legislatura. Preguntada por este asunto en una entrevista en La Cafetera de Radio Cable, respondió directamente: «No», comenzó. «Me dicen que no diga las horas que duermo, me recomiendan desde la psiquiatría porque duermo muy poco, como sabe todo el país«, continuó la dirigente, situando su profesión como una de las excepcionalidades de la normativa laboral: «Pero los servidores públicos estamos a tiempo completo, no puedo apagar un teléfono ni debo».
En este sentido, defendió que su «obligación» no atiende a horarios, equiparándose con el líder del Ejecutivo. «Soy muy exigente con el trabajo y dedico muchísimas horas, pero soy una servidora pública y es mi obligación, igual que la del presidente de Gobierno». La vicepresidenta segunda se ha referido a ella misma en tercera persona para advertir de que «eso es diferente a que Yolanda Díaz quiera un país en que la gente trabajadora pueda vivir un poco mejor».
Acto seguido, apuntó a que «vivimos en sociedades que están enfermas (…), las bajas por salud mental no dejan de incrementarse», y defendió que «esta norma es clave», y no solo porque «ganamos media hora de vida, que es muy poquita cosa», sino por la inclusión del derecho a la desconexión digital: «Esto permite que los trabajdores a partir de que se fulmine su tiempo de rtabajo, no tiene que contestar a emails ni reportar nada».
Cesiones a Junts
En la misma entrevista, Díaz defendió que la enmienda de devolución que presentará Junts es «una herramienta para negociar». En este sentido, apuntó a que «hay margen absoluto» para llegar a un acuerdo y señaló como una eventual cesión el paquete de ayudas a Pymes que ya ofreció a la CEOE durante la mesa de diálogo social, tal como avanzó EL PERIÓDICO. Una medida que la vicepresidenta retiró de la mesa cuando la patronal abandonó el acuerdo y que podría volver a estar en la mesa de negociación.
En Junts, destacó Díaz, «están planteando que quieren acompañar a las pequeñas empresas catalanas y somos absolutamente sensibles», comenzó la también titular de Trabajo, que pasó a recordar que «en la mesa de diálogo social hicimos un plan específico para la pequeña empresa con ayudas a la producitividad para las empresas que tienen más dificultades o autónomos para ayudarles directamente». Después de recordar este punto, insistió en que «hay margen para negociar».