La ignorancia no da la felicidad

Cuando los gobernantes acceden al poder, presumen de que con ellos llegará la transparencia. De Trump a Sánchez, no hay político que no haya prometido que, cuando gobierne, se hará la luz. Se acabó el oscurantismo, proclaman. A partir de ahora, sabremos cuánto ganan los servidores públicos, cuáles son sus propiedades, en qué gastan sus presupuestos, qué estudios tienen y a qué dedican el tiempo libre. Se comprometen a que los procesos electorales serán cristalinos y a acabar con la corrupción, porque gobernarán a la vista de todos.

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