La población de palomas está desbocada en València. En el último censo, de 2024, se alcanzaron los 35.564 ejemplares, muy lejos de las 22.000 palomas registradas en 2021. Por ello, el ayuntamiento prepara un plan de choque para atajar lo que ya puede considerarse una plaga. Lo pondrá en marcha tras adjudicar un contrato de dos años y 220.000 euros a la empresa Lokímica, con acreditada experiencia en el control de plagas.
Según ha contado a Levante-EMV el concejal Juan Carlos Caballero, el crecimiento de población “se ha convertido en un problema en varios distritos y llega a ser molesto en toda la ciudad para quienes pasean, están en las terrazas o incluso están dentro de los mercados municipales. La superpoblación de palomas puede acarrear enfermedades y poner en riesgo la estabilidad ecológica, desplazando al resto de aves”, ha resumido el responsable de la oficina de Bienestar Animal.
La superpoblación de palomas puede acarrear enfermedades y poner en riesgo la estabilidad ecológica, desplazando al resto de aves»
El primer punto del citado plan será realizar un mapeo con un censo de población para saber exactamente dónde se está y cuáles son los puntos más críticos de la ciudad. La última cifra, 35.564 ejemplares, responde a varias causas: la presencia de nidos en edificios y viviendas abandonadas, la ineficacia de los comederos esterilizantes y la alimentación descontrolada –e inconsciente– por parte de los ciudadanos.
Parque infantil lleno de palomas / Levante EMV
De este modo, la empresa contratante dispondrá un plan integral con diferentes puntos que van de la esterilización o la captura a la pedagogía. La primera medida pasa por relocalizar los piensos esterilizantes. En València hay un total de 16 comederos repartidos por la ciudad, de los cuales se mantendrán nueve. De estos, tras realizar la preceptiva radiografía, serán relocalizados aquellos que necesiten mejrar su efectividad. Entre los comederos con prioridad de relocalización están los situados en los tejados de los mercados municipales, porque, según el criterio municipal, estos puntos de dispensación de comida atrae animales sobre espacios con alimentos a la venta provocando insalubridad.
Evitar el sacrificio de palomas
En segundo lugar se adoptarán herramientas disuasorias como la emisión de sonidos en zonas con monumentos protegidos o la captura controlada de superpoblación. Según ha explicado Caballero, allí donde haya capturas por superpoblación se evitará el sacrificio –siempre que el veterinario no recomiende la eutanasia por enfermedad o riesgo de contagio de enfermedades– y los ejemplares serán trasladados a palomares ecológicos o zonas rurales fuera de la ciudad. En concreto, estas sueltas se realizan dos puntos de la provincia de València y otros tres puntos en la zona norte de Castellón. Son terrenos privados y la empresa adjudicataria tiene un convenio con ellos para poder remitir las palomas allí.

La población de palomas aumenta sin cesar / Levante EMV
La tercera medida consistirá en actuar sobre los «palomares improvisados», es decir, los muchos edificios abandonados que se concentran en barrios como Ciutat Vella. En este sentido, de la mano de Patrimonio Histórico se establecerán mecanismo de protección de aquellos bienes y monumentos que puedan tener huecos donde aniden estas aves. Asimismo, se mantendrá un diálogo fluido con las comunidades de vecinos para actuar en aquellas fincas donde haya fachadas con ranuras y, en consecuencia, una gran concentración de excrementos. Cabe recordar que estos son corrosivos para el patrimonio urbano de la ciudad.
Existe la creencia que alimentar a las palomas es bueno para ellas, pero es un error absoluto»
Finalmente, el cuarto punto pasa por trabajar en una campaña de sensibilización y concienciación, especialmente con niños y mayores. «Existe la creencia que alimentar a las palomas es bueno para ellas, pero es un error absoluto. Las palomas son capaces de alimentarse por sí solas. Dejarlas que aniden y facilitar su sobrealimentación puede poner en riesgo a esas palomas, y además pueden atraer a roedores, hormigas o cucarachas, generando otras plagas», ha señalado Caballero. La campaña de concienciacion ciudadana se trabajará en colegios, centros cívicos, centros de mayores, mercados y hostelería.
Reducir un 25% la población
Según han detallado los profesionales de la empresa adjudicataria, las zonas con mayor densidad de palomas en València son la fachada marítima (Nazaret incluido), Patraix y Ciutat Vella. El primer punto crítico tiene que ver con las embarcaciones que transportan grano hasta el puerto. Por ese motivo, el ayuntamiento ya se está coordinando con la Autoridad Portuaria para ser más eficaces. En Patraix, sin embargo, el principal problema sería la presencia de alimentadores que dan de comer a las aves por su cuenta y riesgo, sin atender a las necesidades de los propios animales. «Todos los seres vivos nos autorregulamos en función del alimento disponible. Cuando las sobrealimentamos facilitamos la superpoblación«, han resumido los técnicos. El consistorio baraja multar con hasta 3.000 euros a quienes reincidan en alimentarlas. El último barrio, Ciutat Vella, respondería al problema de los edificios abandonados como gran refugio de plagas.

Las autoridades municipales toman medidas para atajar la situación / Levante EMV
«Nuestro objetivo respecto al año pasado es disminuir en un 25% la superpoblación. Para toda València, 35.000 palomas no es un gran dato, pero si tenemos 15.000 en tres sitios y 100 en otros, entonces hay un problema. En los lugares con mayor densidad poblacional la reducción será del 60% y en otros incluso se mantendrá. Además seguiremos analizando otros indicadores como la reduccion del numero de expedientes por presencia de palomas. Cuando esto baje se verá una eficacia en el control integrado», han señalado los técnicos de Lokímica.
En efecto, según ha explicado Caballero, el censo «desbocado» también se ha notado en la actividad ordinaria municipal, pues el ayuntamiento ha instruido en el último año un centenar de expedientes relacionados con la presencia de palomas de viviendas y recibió un total de 93 quejas vecinales relacionadas con este problema. Finalmente, en lo relativo a otras especies, el edil del PP ha señalado que se realizará un estudio y seguimiento de las cotorras en la ciudad de València.