La legendaria banda californiana Bad Religion celebra en el Coliseum este sábado sus 45 años de trayectoria como referentes indiscutibles del punk rock. A Coruña es una de las paradas de la gira 45 years doing what you want, que también pasa por Barcelona (17 de mayo), Madrid (13 de mayo), Bilbao (9 de mayo), Valencia (16 de mayo), Málaga (14 de mayo) y Lisboa (11 de mayo). En la mayoría de las fechas, han colgado el cartel de completo o solo quedan las últimas entradas por vender. Para el Coliseum, todavía pueden adquirirse a partir de 54 euros a través de la web www.resurrectionfest.es/route/bad-religion-tour-2025.
En este tour, Greg Graffin (voz), Jay Bentley (bajo), Brian Baker (guitarra), Mike Dimkich (guitarra) y Jamie Miller (batería) regresan a los escenarios con canciones que han acompañado a varias generaciones y han dejado su impronta en formaciones como Green Day, The Offspring o NOFX. En el concierto de este sábado, repasarán una extensa biografía que incluye éxitos como ‘American Jesus’, ‘Infected’ o ‘21st Century (Digital Boy)’. También repasarán algunos temas de su último disco, ‘Age of Unreason’ (2019), en el que se cuelan cuestiones de actualidad como el ascenso de la extrema derecha. De compromiso social y político tratan la mayoría de las letras a las que da voz Greg Graffin, acompañado de una contundente base rítmica y poderosas guitarras.
“Escribimos en base a esas ideologías sociales que siempre nos ha importado compartir. Y la forma en la que el mundo y la sociedad están actuando en este momento es exactamente lo que hace que estar en esta banda tenga un valor y una significación”, comentaba el bajista de la banda Jay Bentley en una entrevista reciente publicada en El Periódico de España, diario del mismo grupo que LA OPINIÓN.
Para presentar esta gira, Bad Religion llegan acompañados de los grandes pesos del hardcore neoyorkino Agnostic Front, los californianos Strung Out, los catalanes Crim y los canadienses Belvedere. A partir de las 18.00 horas, los asistentes podrán disfrutar de más de cinco horas de música frenética, actitud y energía en todo un nostálgico revival.