Espido Freire es una de las escritoras y personajes públicos más valorados en España, cuenta con premios como el Planeta y colabora con los principales medios de prensa nacionales.
Acaba de publicar Dos tardes con Jane Austen dentro de la colección de la Editorial Alianza Dos tardes con… ¿Por qué Jane Austen?
Soy una de las autoras que más tiempo ha dedicado a Jane Austen en lengua española y creo que para Sergio del Molino, el editor de la colección, no hubo muchas dudas. Para mí, a la hora de aceptar su propuesta, tampoco.
¿Cómo se resume la vida de una autora como Austen en dos tardes?
No es fácil. Además, ya había escrito otros libros sobre ella en el pasado, con un enfoque más amplio, más exhaustivo. Aquí no, aquí pretendemos ese acercamiento a los autores de otra manera, no en su totalidad. En mi caso, he dividido el libro en diferentes hitos, en etapas o aspectos de su vida que me parecen relevantes y representativos. He intentado ser lo más fiel posible a su memoria y también a mi aprendizaje sobre ella a lo largo de los años.
Muchas veces se ha infravalorado la literatura de Austen por no ser una escritora compleja o difícil sino, más bien, transparente, dedicada a describir el alma humana. ¿Nos muestra usted otras facetas?
Bueno, yo creo que la condescendencia en torno a ella se debe más bien a la temática elegida, a la presencia de protagonistas femeninas y a que muchas de las lecturas han primado el romance y la persecución del matrimonio. Por mi parte, me centro en las relaciones familiares y en el uso de la sátira.
Otra de las características de esta escritora es la ironía, la acidez y un carácter fuerte.
Era divertida, inteligente, rápida y con las cosas claras o, al menos, eso podemos deducir de su correspondencia. Por otro lado, su situación familiar y social la limitaba en muchos aspectos que ahora ni siquiera nos planteamos. Y en algunas de sus cartas, también en sus personajes, podemos comprobar una cierta exasperación ante el control y la mediocridad.
A pesar de ser educada para ser una buena esposa, eligió no casarse. Sin embargo, en sus historias habla del amor, del matrimonio, así como de la hipocresía social. Parece algo incongruente escribir sobre el amor y, a su vez, renegar de él.
No decidió ser soltera, ni tampoco renegó del amor, si queremos ser precisas. Lo que hizo a esa edad, junto con su hermana, fue retirarse del mercado matrimonial. Tras unos cuantos años como debutante resultaba obvio que no había surgido una posibilidad de matrimonio adecuado y no tenía mucho sentido comportarse como una jovencita casadera. Eso no significaba que no pudiera casarse más adelante (ese fue el caso de su amiga Martha, por ejemplo), pero lo cierto es que murió joven y hasta entonces vivió con su madre y con su hermana, con sus necesidades cubiertas y dedicada a cuidar de otros y a escribir.
¿Cómo ha beneficiado o perjudicado a la obra de Austen ser tan adaptada?
La ventaja es que todo el mundo conoce sus historias. La desventaja es que, al convertirse en una autora tan popular, mucha gente opina de sus obras a la ligera. Pero, en fin, la literatura de Austen está por encima de todas esas cuestiones, y siempre que lo deseemos podemos acudir a ella.
El lenguaje cambia y se transforma con cada generación. La generación Z parece tener su propio lenguaje.
Cada generación hace uso legítimo del lenguaje, que es patrimonio de todos, incorpora su sello, sus neologismos y sus giros. Mi generación hizo lo mismo. Gran parte de los cambios no se limitan a la generación Z, sino que afectan a las anteriores y las siguientes, dado que todos estamos interrelacionados. Nadie es joven para siempre, esa generación madurará y su uso del lenguaje reflejará también esos cambios.
«No estoy de humor para escribir, así que tengo que escribir hasta que me ponga de humor.» ¿Cómo organiza usted su escritura cuando está inspirada y cuando no?
Ah, yo no cuento con la inspiración. Creo que es un gran mito, hermoso, pero un tanto sobredimensionado. Yo escribo de manera simultánea en proyectos diferentes, en géneros distintos y en cuestiones que necesitan ritmos diferentes: artículos, relatos, novelas. Me organizo como puedo, como mi salud permite y a menudo guiada por lo que me apetece hacer. La inspiración no encuentra mucho hueco.
Estuvo en la Feria del Libro de Santa Cruz de Tenerife el pasado fin de semana. ¿Qué le gusta que se lleve el público de Austen, además de las ganas de leerla o releerla?
Un cierto amor por los clásicos, el deseo de leer a autores anteriores y posteriores a ella que explican mejor su obra. Y, desde luego, un buen rato conmigo.
Suscríbete para seguir leyendo