No me quiero morir en un escenario trabajando

Sesenta años cumple Jesús Vázquez en septiembre. Más de media vida lleva en televisión. Vázquez, coruñés de nacimiento, estrena esta noche (23.00) en Telecinco el espacio La noche de los récords. A Milán se marchó para su grabación. Repite como presentador, un papel del que muy pocas veces se ha desmarcado. Hizo una excepción como jurado en la primera edición de Got Talent España.

¿Concursaría en Masterchef celebrity o en Supervivientes? «Siempre he sido el que está al otro lado, el que anima al concursante. No me veía en el otro lado. Sigo sin verme, eh. El otro día fui a Supervivientes, con Sandra Barneda, y estaba allí Terelu Campos. En la publicidad estuvimos charlando y le dije: ‘Debe ser terrible’. Y me dijo ella: ‘No te creas. Es una experiencia que te cambia mucho la cabeza’. Si algún día estoy aburrido, a lo mejor me pongo en el otro lado para saber cómo se vive. Pero, vamos, hoy por hoy, no está entre mis planes», admite en conversación telefónica con El Independiente.

Pregunta.- ¿Cómo estás?

Respuesta.- Yo, fenomenal, la verdad. Me ha costado estar fenomenal porque voy a cumplir 60 años y me ha costado afrontarlo. Pero ya lo tengo digerido y estoy a la carga otra vez. El estreno de este programa me ha dado mucha vidilla.

Me he dado cuenta de que, lo que me quede, quiero vivir más y trabajar menos

Jesús Vázquez

P.- Vas a cumplir 60 años el próximo 9 de septiembre. ¿Te llegó la crisis de los 60 antes? ¿La tuviste a los 40 ó 50?

R.- Subir al sexto piso me ha impresionado. Ya le hemos dado la vuelta al jamón hace tiempo y eso todavía te hace replantearte más las cosas: cómo ha pasado esto tan rápido, qué me queda por hacer, dónde está realmente la felicidad, qué es lo que me va a hacer feliz los próximos 10, 15 ó 20 años. Por lo menos 10 años muy en forma para disfrutar y exprimir la vida, y luego otros 10 ó 15 años ya más tranquila, pero en realidad no son tantos. De repente, te empiezas a meter en esos jardines existenciales y cambian las preferencias. De repente, lo que parece muy importante ya no lo es tanto y ahora es importante otra cosa.

R.- Sí que he vivido mucho, muy intensamente. He trabajado 35 años en la televisión. He hecho de todo. Estoy más que colmado a nivel laboral y profesional, y me he dado cuenta de que lo que me quede quiero vivir más y trabajar menos. Hacer cosas que me ilusionen y entusiasmen como La noche de los récords porque es nuevo y diferente. Era un reto porque nunca había hecho un programa de estas características. Y el resto del tiempo, viajar y disfrutar de la vida. Me lo he ganado después de currar tantos años. No me quiero morir en el escenario, que decían las folclóricas. Yo me quiero morir pasándomelo bomba en algún sitio del mundo. No me quiero morir en un escenario trabajando.

P.- ¿Has sido un adicto al trabajo?

R.- Nunca. Siempre he separado mi vida personal y he disfrutado todo lo que he podido. No soy de esas personas que toda su vida gira en torno al trabajo y cuando acaban se van a su casa y no hacen nada hasta el siguiente día que tienen una función o un programa. Me gusta mi trabajo y he sido felicísimo haciéndolo y es lo que me va a permitir acabar mi vida como yo quiero, porque ya tengo mis expectativas financieras cumplidas.

No tengo hijos ni universidades que pagar ni bodas. Me siento privilegiado por haberme dedicado a algo que me gusta y que seguiré haciendo eventualmente, pero nunca he estado enganchado. Al revés. Es verdad que cuando estás empezando, la carrera te va llevando y siempre quieres más. Cuando haces Operación triunfo, quieres hacer La Voz. Seguramente haré unos cuantos programas más. Mis ambiciones televisivas están más que satisfechas. Ya sé lo que es hacer La Voz, Supervivientes, Operación Triunfo… Entonces, a partir de ahora, disfrutar cuando quiera trabajar.

No sentía que ser padre me fuera a aportar nada más

Jesús Vázquez

P.- Llevas más de 20 años con Roberto Cortés. ¿Alguna vez os planteasteis ser padres?

R.- Sí. Prometí que nunca más iba a contarlo, pero no me importa decírtelo otra vez. Ya hace muchos años que tomamos la decisión, después de mucho meditar, porque a las parejas del mismo sexo nos piden un millón de requisitos. Son años de papeleo, trámites, controles, exámenes. Desde que se te ocurre la idea hasta que puedes llegar a término, pasan muchos meses en los que sólo tienes que pensar «¿Estaré haciendo bien? ¿Lo solicito? ¿No lo solicito?». En todo eso tiempo, que está muy bien y deberían hacerlo con todas las parejas, te das cuenta si realmente, vitalmente, necesitas ser padre para realizarte. Si tener un hijo te va a aportar más pros que contras. No sentía que ser padre me fuera a aportar nada más. Me parecía una responsabilidad abrumadora.

P.- Hablemos de La noche de los récords. Miércoles a las 23.00 horas en Telecinco. ¿Lo grabaste en Milán?

R.- Sí. He estado dos meses. Cuando me dijeron que nos íbamos a Milán a grabarlo, ya dije ‘lo hago’ porque es una experiencia maravillosa. Trabajar fuera con equipos de otros países es siempre muy enriquecedor. Ves cómo hacen las cosas, aprendes y tienes que esforzarte en comunicarte en otras lenguas. Nosotros somos unos locos de viajar. Ya habíamos estado en Florencia. Estuvimos en Turín, en Verona, en el lago de Garda, entre grabación y grabación los días libres. El formato ha sido también para mí una novedad. Yo he hecho casi de todo: concursos de talento de cantar, de bailar…; programas con niños, con adultos; realities, talk shows, entrevistas. Iba a vivir en directo gente convirtiéndose en los únicos en el mundo en hacer auténticas hazañas. Acróbatas, gimnastas, deportistas que dicen ser capaces de batir un récord.

P.- La grabación de este tipo de programas durará horas e incluso días.

R.- Las grabaciones son un poco complicadas. Teníamos un plató gigantesco en Milán. Mediaset Italia ya lo hicieron otras temporadas y tienen el espacio. Necesitábamos un plató gigante para algunas pruebas. Algunas de las estructuras para las pruebas físicas eran muy complicadas de montar; incluso un día entero. Sí se hace largo a veces porque hay que montarlo, desmontarlo, limpiarlo…. Una vez termina el récord y todos respiramos, pues hay que recoger y limpiar el plató, y preparar la siguiente prueba. Luego, algunas pruebas son tan increíbles que se te olvidan los tiempos de espera.

P.- Tú hiciste Arte Dramático. Un intérprete español dijo que a los actores había que pagarles por lo mucho que esperaban. ¿Como presentador pasa a veces lo mismo?

R.- No tanto. Los actores esperan mucho más que los presentadores. El otro día, un actor contó en una entrevista que había estado con José Luis López Vázquez en un rodaje y que este le dijo: «A los actores no nos tendrían que pagar por esperar; nos tendrían que indemnizar». Aquí no es tanto. Y en Italia trabajan como motos. Y como venía gente de todo el mundo, muchas veces necesitábamos traductores. Me pareció un desafío hacer un programa en el que se hablan tantos idiomas en una sola noche. Parecía eso Naciones Unidas.

P.- Entre grabación y grabación, y viaje y viaje, ¿te dio tiempo a ver la televisión italiana? ¿Hubo algo que te llamara poderosamente la atención? ¿Algún formato que te encantaría ver en España?

R.- Los hoteles, aunque estupendos, son sitios un poco impersonales, fríos; no hay nada tuyo. Entonces, cuando viajo, veo mucho la televisión por curiosidad, por ver cómo la hacen en otros países. Qué consumen los habitantes de un país. Incluso el mismo formato en dos países se hace muy diferente.

R.- Me enganché en Italia a Allá tú. Ahora lo ha comprado la Rai [la televisión pública italiana]. Lo presenta un joven que me recordaba mucho a mí, un chico de treinta y muchos. Había sido bailarín, medio modelo, un guaperas; muy simpático. De hecho les he vuelto a tirar la caña a mis jefes: «Oye, podríamos volver a intentarlo en España con estos cambios que le han dado». Allí, los concursantes de Allá tú prácticamente no hablan. Aquí en España les damos protagonismo. Lo llevan todo el concursante, el presentador y el banquero. Y nos pilló San Remo en Italia. Una italiana me dijo: «Para nosotros, San Remo es como la Semana Santa para vosotros». O sea, sagrado. 

P- Hablando de Eurovisión. ¿Eres fan?

R.- No. Lo veo casi siempre porque cae en sábado y técnicamente es un prodigio. Las puestas en escena, las luces, las pantallas… La verdad es que no soy fan de Eurovisión, pero sí soy muy fan de Melody porque trabajé con ella y su padre en un programa. Tengo mucho cariño a Melody y ojalá que gane. Era un programa que contaban los hijos con los padres. He hecho tantos programas que se me juntan.

P.- ¿Pequeños gigantes? ¡Levántate!

R.- Levántate. Eran todos famosos. Y ahí estaba Melody y tuve muy buena química con ella. Se lo ha currado toda la vida y se merece que le llegue la hora.

P.- Susi Caramelo pasó por Allá tú y ahora es famosa. Estuvo en Tu cara me suena y ha tenido programas propios. En tu etapa de Mujeres y hombres y viceversa coincidiste con Montoya, de La isla de las tentaciones, que ahora está en Supervivientes. Entiendo que tú vives esto como una curiosidad.

R.- Escucha. Te digo más para que tengas datos. En Hablando se entiende la basca, en el 90 ó 91, entrevisté a Roberto Leal de niño. La nieta de Lola Flores, Alba Flores, que luego se hizo superfamosa por La casa de papel; su primera vez en televisión fue conmigo en Hablando se entiende la basca. Sí, he visto a muchos chavales que era su primera vez en televisión y ahora son estrellas. ¿Sabes lo que me alegro? Aunque, por otro lado, digo: «Ya eres muy mayor».

Fuente