La eléctrica Endesa disparó su beneficio neto un 99,6% hasta los 583 millones en el primer trimestre respecto a los 292 millones del mismo período del año anterior gracias «al buen comportamiento del margen de gas y a la desaparición este año de la tasa extraordinaria del 1,2%», según explica la compañía en sus cuentas publicadas ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El beneficio bruto de explotación (ebitda) alcanzó los 1.431 millones, lo que supone un alza del 33% gracias a la desaparición del impuesto a las eléctrica y «a la buena evolución de los negocios liberalizados (generación y comercialización)». Los ingresos de la eléctrica en el periodo de enero a marzo ascendieron a 5.899 millones de euros, con un aumento del 6,3% frente al primer trimestre del año pasado.
La generación de caja mostró un robusto comportamiento y se situó en 1.200 millones, lo que sustenta la sostenibilidad de las principales magnitudes financieras. La deuda bruta se mantuvo estable respecto del cierre de 2024, en 10.500 millones, mientras que la deuda financiera neta se incrementó un 9% sobre el cierre del pasado ejercicio, hasta los 10.200 millones, por las inversiones de 600 millones que ha hecho en el trimestre, el pago del dividendo a cuenta de 500 millones y el cierre de la compra de activos hidroeléctricos por aproximadamente 1.000 millones.
Con estos sólidos resultados, Endesa ratificó que avanza hacia el cumplimiento de sus objetivos para este 2025, en el que, según anunció en su último Capital Markets Day en noviembre, prevé un beneficio neto ordinario de entre 1.900-2.000 millones de euros y un Ebitda de entre 5.400-5.600 millones de euros.
Endesa indicó que la «inestable» situación geopolítica ha elevado los precios de las materias primas en el trimestre, sumándose a la alta volatilidad de los precios diarios del pool eléctrico, situando el precio promedio en 85 euro por megavatio hora (MWh), un 90% más que en el mismo trimestre del pasado año.
Asimismo, en este trimestre, la energética ha progresado en su estrategia de optimización del uso del capital disponible con el cierre de la compra de 626 megavatios (MW) hidroeléctricos, la venta de un 49,9% de un segundo paquete de activos solares en operación, y el lanzamiento de un plan de recompra de acciones de hasta 2.000 millones de euros de los que 500 millones de euros están ya en ejecución.