El C-5 Galaxy destaca por su capacidad de carga, alcance global y modernizaciones que lo mantienen vital para misiones estratégicas.
Capacidad única del C-5 Galaxy en transporte militar
El C-5 Galaxy, operado por la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF), permanece como el mayor avión de transporte militar en su inventario en 2025, gracias a su capacidad para mover cargas masivas y de gran tamaño a cualquier punto del globo. Este avión, diseñado por Lockheed y ahora mantenido por Lockheed Martin, puede transportar hasta 135 toneladas de carga, incluyendo equipos que ningún otro avión de la USAF puede llevar, como puentes móviles, barcos de asalto de operaciones especiales o helicópteros de gran tamaño. En un solo vuelo, un C-5M Super Galaxy, la versión modernizada, puede llevar dos tanques M1A2 Abrams, seis vehículos de combate M2 Bradley o hasta 350 pasajeros con suministros, demostrando su versatilidad en despliegues rápidos y masivos.
El C-5 Galaxy entró en servicio en 1970, respondiendo a la necesidad de transportar equipos pesados, como el tanque M60, que no cabía en los aviones de la época, como el C-141 Starlifter. Desde entonces, ha participado en todas las operaciones militares estadounidenses, desde Vietnam hasta Afganistán, además de misiones humanitarias, como el envío de ayuda a Rwanda en 1994 o el apoyo tras el huracán Katrina. Su diseño, con rampas de carga frontal y trasera, permite una carga y descarga simultánea, reduciendo los tiempos operativos en comparación con otros aviones como el C-17 Globemaster III.
En 2025, el C-5M Super Galaxy establece récords de capacidad, habiendo roto 89 récords aeronáuticos, incluyendo alcanzar una altitud de 41,100 pies con una carga de 176,610 libras en menos de 24 minutos. Esta capacidad lo hace indispensable para misiones que requieren mover equipos de gran tamaño, como los necesarios para construir bases avanzadas o apoyar operaciones de la NASA, como el transporte de componentes de cohetes Atlas IIA o secciones de la Estación Espacial Internacional.
La modernización del C-5, completada en 2018, incluyó la sustitución de los motores GE TF39 por los más eficientes GE CF6-80C2 (F138), que ofrecen un 22% más de empuje, reducen el consumo de combustible y mejoran la tasa de ascenso en un 58%. Además, se actualizaron los sistemas de aviónica, navegación y comunicaciones, asegurando su operatividad hasta al menos 2040. Estas mejoras han permitido que el C-5M mantenga una tasa de disponibilidad de misión del 46%, aunque la USAF busca elevarla al 55% para 2025, enfrentando retos relacionados con la disponibilidad de repuestos.

Datos clave del C-5 Galaxy en 2025
- Capacidad de carga: Hasta 135 toneladas, incluyendo dos tanques M1A2 Abrams o seis helicópteros UH-60 Blackhawk.
- Alcance: Más de 5,500 millas náuticas con 120,000 libras de carga sin reabastecimiento; más de 8,000 millas sin carga.
- Modernización: Programa RERP (2018) con nuevos motores F138 y aviónica avanzada para operar hasta 2040.
- Récords: 89 récords aeronáuticos, incluyendo ascenso con carga pesada a 41,100 pies en menos de 24 minutos.
- Costo por unidad: C-5B costó $167.7 millones en 1989 ($372 millones en 2025); modernización por unidad: $75 millones.
Historia operativa y relevancia estratégica
El desarrollo del C-5 Galaxy comenzó en 1961, cuando la USAF identificó la necesidad de un avión capaz de transportar equipos de gran tamaño que superaban las capacidades del C-133 Cargomaster y el C-141 Starlifter. En 1965, Lockheed ganó el contrato frente a Boeing y Douglas, a pesar de que el diseño de Boeing fue considerado superior, debido a que la propuesta de Lockheed ofrecía el menor costo total. El primer C-5A voló en 1968 y entró en servicio en 1970, pero enfrentó problemas iniciales, como grietas en las alas, que limitaron su capacidad de carga hasta que se corrigieron en la década de 1980.
Durante la Guerra de Vietnam, el C-5 demostró su valor al transportar tanques, helicópteros y tropas, apoyando despliegues masivos en el sudeste asiático. En 1973, durante la Guerra del Yom Kippur, el C-5 entregó suministros críticos a Israel, un esfuerzo que la entonces primera ministra Golda Meir describió como “un milagro de los inmensos aviones de Estados Unidos”. Desde entonces, ha sido un activo clave en operaciones como Tormenta del Desierto, Iraq y Afganistán, así como en misiones de ayuda humanitaria en desastres naturales.
El C-5 también ha apoyado programas espaciales, transportando satélites y componentes para la NASA, y es el único avión de la USAF capaz de operar en la Antártida, desde el aeródromo de Williams Field cerca de la estación McMurdo, en apoyo a la Operación Deep Freeze. Su capacidad para operar en pistas de solo 6,000 pies y superficies no pavimentadas durante emergencias lo distingue de otros aviones de transporte, como el C-17, que, aunque más moderno, no iguala su capacidad de carga.
A pesar de su importancia, el C-5 ha enfrentado críticas por su alto costo operativo y problemas de mantenimiento. Apodado FRED (Fing Ridiculous Economic Disaster) por sus sobrecostos iniciales, que superaron los $1,000 millones en 1968 (equivalentes a $8,000 millones en 2025), el programa casi llevó a la quiebra a Lockheed. Sin embargo, las modernizaciones han mejorado su eficiencia, y el costo de actualizar un C-5 a la versión C-5M ($75 millones) es significativamente menor que el de adquirir un nuevo C-17* ($204 millones).
Desafíos y futuro del C-5 Galaxy

En 2025, la flota de 52 C-5M Super Galaxy enfrenta retos relacionados con la cadena de suministro de repuestos, lo que afecta su tasa de disponibilidad. Según un informe de Air and Space Forces Magazine, la falta de piezas ha mantenido la tasa de capacidad de misión en 46%, frente al objetivo de 55%. La USAF está trabajando en contratos, como uno de $34.7 millones con Lockheed Martin para desarrollar nuevos sistemas de control y visualización, con finalización prevista para mayo de 2025, y otro de $27.6 millones con McCallie Associates para mantenimiento técnico.
A pesar de estos desafíos, la USAF no planea retirar el C-5 pronto, ya que aproximadamente el 80% de su vida útil de diseño permanece intacta. La ausencia de un reemplazo directo, junto con la incapacidad del C-17 para transportar cargas de gran tamaño, asegura su relevancia. Además, su capacidad de reabastecimiento en vuelo le otorga un alcance casi ilimitado, lo que es crítico para operaciones en teatros lejanos como el Indo-Pacífico, donde la logística es un desafío clave.
El C-5 Galaxy también ha demostrado su utilidad en operaciones no convencionales. En 1974, un C-5A realizó una prueba de lanzamiento aéreo de un misil balístico intercontinental Minuteman, demostrando su potencial en escenarios estratégicos. Aunque el programa no continuó, esta capacidad subraya la versatilidad del avión. En 2025, el C-5 sigue siendo un componente esencial de la Movilidad Aérea de Comando (AMC), transportando desde vehículos presidenciales hasta equipos para operaciones especiales.
La historia del C-5 Galaxy refleja la ambición de la USAF por mantener una capacidad de transporte sin igual. A pesar de los problemas iniciales y los costos, su evolución hacia el C-5M Super Galaxy ha asegurado su lugar como un activo insustituible. Con mejoras continuas y una vida útil extendida, el C-5 seguirá siendo un pilar del transporte militar en 2025 y más allá, apoyando tanto operaciones militares como misiones humanitarias en todo el mundo.
La entrada El C-5 Galaxy sigue siendo esencial para el transporte militar se publicó primero en Noticias de Israel.