El grupo Climatoc-Lab del Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE) de València, un centro mixto de la Universitat de Vaència (UV), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Generalitat, ha desarrollado un dron de bajo coste equipado con una estación meteorológica que es capaz de ascender hasta 7 kilómetros de altura y proporcionar información en tiempo real sobre el estado de la atmósfera. Esta aeronave no tripulada que han bautizado como Meteo-Dron será «una fuente de información única para mejorar los modelos que predicen fenómenos meteorológicos extremos como la dana que afectó la provincia de Valencia», destaca la UV en un comunicado.
Con un coste aproximadamente 10 veces menor que el de otros dispositivos comerciales, el Meteo-Dron del CIDE reutiliza su equipamiento científico y es capaz de volar varias veces al día sobre la vertical y horizontal de una zona concreta, superando las limitaciones de los globos sonda que se utilizan actualmente para la predicción meteorológica.
Información en tiempo real
El dispositivo utiliza un dron comercial capaz de alcanzar los niveles medios de la troposfera (entre 5 y 7 kilómetros), equipado con una estación meteorológica que registra variables atmosféricas como la temperatura, humedad, presión, y dirección y velocidad del viento. Estos datos se guardan en una memoria incorporada en el propio dron y se envían en tiempo real a la estación de control en tierra para un análisis posterior más detallado.
«Disponer de datos meteorológicos en tiempo real de una sección vertical hasta 7 kilómetros de la atmósfera sobre un punto concreto y varias veces al día nos ofrece información muy valiosa para mejorar las predicciones de fenómenos extremos locales como los temporales costeros, reventones, tormentas severas o danas como la que afectó a la provincia de Valencia», explica César Azorín, investigador del CSIC en el CIDE. «Es una información única con la que no contamos actualmente», remarca.
Una imagen de archivo de un globo sonda atmosférico de la NASA. / EFE
‘Jubilará’ a los globos sonda
Hoy en día, los datos de la columna atmosférica se obtienen lanzando globos sonda que estallan al alcanzar una altura crítica, con la pérdida del equipo científico que incorporan. Además, estos dispositivos no se controlan, y se lanzan solo 2 veces al día. Con el Meteo-Dron desarrollado por el CIDE se puede volar varias veces sobre un mismo punto, obteniendo información en tiempo real sobre la evolución de las condiciones de la atmósfera sin perder el equipamiento científico.

José Gómez y César Azorín junto al Meteo-Dron. / Alejandro Muñoz / Ayuda CSIC/FBBVA Comunicación Científica
«Nuestro dispositivo podría reemplazar a los globos sonda, una tecnología que tiene un alto impacto ambiental al destruirse en el aire, mediante una tecnología más sostenible al poder reutilizarse», resume José Gómez, técnico del Climatoc-Lab que participa en el desarrollo del Meteo-Dron. Además de visualizar los datos en tiempo real y guardarlos en una base de datos para posteriores análisis, el diseño del dron incorpora un algoritmo de corrección en tiempo real para eliminar el movimiento del vuelo y conseguir así una mayor precisión en la toma de datos del viento.
Vigilar incendios forestales
«El Meteo-Dron no sólo sirve para vigilar y monitorizar las condiciones atmosféricas para predecir eventos extremos, sino que también se podría utilizar para vigilar incendios forestales, al detectar los cambios en la dirección e intensidad de los vientos con los que afinar los modelos de evolución», asegura César Azorín.
El Climatoc-Lab ultima ahora los permisos para volar el Meteo-Dron a los rangos de altura contemplados, y comenzar campañas diarias de muestreo de las condiciones atmosféricas en varias zonas de la Comunitat Valenciana. Así generarán una base de datos con información única para el estudio de la atmósfera local y sus posibles variaciones.
El Meteo-Dron se ha desarrollado en el marco del programa ThinkInAzul Comunidad Valenciana, el plan complementario de investigación en Ciencias Marinas (Ministerio de Ciencia e Innovación) del que la Generalitat forma parte. Y en su desarrollo colaboran el Instituto Nacional de Investigación del Agua y la Atmósfera (NIWA) y la Universidad de Auckland, ambos en Nueva Zelanda, lugar donde se ha probado el equipo en diferentes condiciones de viento y turbulencias, tanto en túnel de viento como en atmósfera real.