Steve Kerr, entrenador de los Golden State Warriors, explicó este martes que la lesión de Stephen Curry es de seguimiento «día a día» y que se hará una resonancia magnética este miércoles pero reconoció que están preocupados por el estado físico del líder del conjunto californiano.
«Él está obviamente abatido (…). Estamos todos preocupados por Steph pero es parte del baloncesto», dijo en una rueda de prensa.
«Los jugadores se lesionan pero sigues adelante y nuestros jugadores hicieron un gran trabajo para seguir adelante y conseguir una gran victoria. Solo 48 horas después del séptimo partido contra los Houston Rockets conseguir una victoria a domicilio… Este es un grupo increíble de jugadores: compiten, están unidos, han sido la mejor defensa de la liga desde el traspaso de Jimmy Butler y eso es lo que nos mantiene a flote ahora mismo», agregó.
Curry sufrió este martes una distensión en los isquiotibiales y abandonó el partido en el segundo cuarto, pero los Warriors (séptimos del Oeste) se sobrepusieron a la ausencia de su estrella y vencieron a unos muy decepcionantes Minnesota Timberwolves (sextos) por 88-99.
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El base solo pudo jugar 13 minutos en los que aportó 13 puntos.
Sin su estrella, los Warriors ofrecieron una magnífica actuación coral y brillaron en defensa hasta ahogar a unos Wolves pésimos.
Kerr, con su equipo muy cargado tras la extenuante serie de siete partidos ante los Rockets, recurrió con éxito a una larguísima rotación de doce hombres y la apuesta le salió de maravilla. Además, su equipo estuvo muy acertado desde el perímetro con un 18 de 42 en triples.
Jimmy Butler, abucheado en cada jugada por su pasado en los Wolves, rozó el triple-doble con 20 puntos (7 de 20 en tiros), 11 rebotes y 8 asistencias. Buddy Hield siguió brillando en la anotación con 24 puntos (5 de 8 en triples) y 8 rebotes. Draymond Green también se quedó cerca del triple-doble con 18 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias.