El inglés Trent Alexander-Arnold, de 26 años, ha anunciado en sus redes sociales que abandona el Liverpool en busca de otros desafíos. “La gente no estará contenta con la decisión, pero siento que es algo que tengo que hacer en mi camino y en mi carrera”, declaró el jugador en su despedida a los hinchas de Anfield. Su adiós no sorprendió a nadie en la orilla red del Mersey, aunque eligió un mal momento para anunciar su marcha después de que dos estrellas del equipo como Salah y Van Dijk confirmaron su renovación. El nuevo reto de Alexander-Arnold, es un secreto a voces desde hace meses, está en el Santiago Bernabéu porque en unos días se convertirá en jugador del Real Madrid la próxima temporada, detalle este último que se ha ahorrado en el vídeo que ha compartido con la afición del Liverpool tratando de buscar condescendencia ante su inminente adiós.
Indiferencia en el vestuario
El desembarco de Alexander-Arnold en el Bernabéu hace meses que es conocido en el vestuario blanco. La noticia ha provocado indiferencia y recelo en la plantilla blanca. El inglés llega para reforzar la posición que más ha penalizado al Real Madrid esta temporada: el lateral derecho. Cuando los ejecutivos del club pusieron su nombre sobre la mesa, Carlo Ancelotti no mostró ninguna efusividad, ya que no es el tipo de jugador que necesita el cuadro blanco. Al equipo le urge taponar la hemorragia defensiva que ha provocado la ausencia de Dani Carvajal y el británico es un carrilero de proyección ofensiva que descuida su espalda con frecuencia sumando más de mediocampo hacia adelante.
El pasado verano Ancelotti ya denunció que “al equipo le sobran atacantes y le faltan defensas”. Y Florentino Pérez y sus colaboradores, José Ángel Sánchez y Juni Calafat, han apostado por un Alexander-Arnold que cumplía uno de los requisitos innegociables en la nueva política de fichajes del club blanco, llegar libre. Pese a la insistencia del Liverpool por renovar su contrato, hace meses que el jugador cerró un acuerdo privado con el Real Madrid, que rubricará públicamente en breve, y en el que recibirá una prima de fichaje suculenta, además de firmar por un periodo de cinco temporadas para amortizar su contrato a medio plazo.
Un lateral que no sabe defender
Alexander-Arnold, 33 veces internacional, está muy lejos de ser un especialista defensivo, hasta el punto de que en Inglaterra luce el número 8. En la pasada Eurocopa arrancó como doble pivote en el mediocampo junto a Rice ante Serbia y Dinamarca, perdió la titularidad ante Eslovenia y no volvió a aparecer en el once ni como pivote, ni como interior ni, por supuesto, como lateral derecho, donde Kyle Walker fue titular indiscutible.
Si en lo deportivo genera muchas dudas, en lo extradeportivo también corre un rumor en el vestuario desde hace meses que también se ha comentado en los despachos del Bernabéu sobre el interés del Real Madrid por cerrar la llegada de otro jugador británico para acompañar a un Jude Bellingham al que esta temporada han visto más taciturno y solitario que en su año de estreno. Lo que convertiría a Alexander-Arnold en un fichaje de acompañamiento que además sumará más fondo de armario a la plantilla madridista.
El Real Madrid pagará dos millones para que el Liverpool le permita inscribirlo en el Mundial de Clubes que arranca el próximo 13 de junio en Estados Unidos. Un ingreso que provocará que finiquite su contrato con los reds, que terminaba el 30 de junio, el 1 de junio. Y Alexander-Arnold será presentado como el lateral derecho que no es para parchear el problema endémico de este Madrid que ya ha encajado 69 goles esta temporada. Una solución poco fiable para cauterizar una herida por la que se desangra el Real Madrid.