A Triana A., de 42 años, la vieron por última vez la noche del jueves, 24 de abril, en el entorno de la calle Molino de Viento de Las Palmas de Gran Canaria. Sus conocidos la situaban en un punto concreto: una cafetería ubicada en la confluencia entre las calles Ángel Guimerá y Castrillo. Un día más tarde, su madre recibió un mensaje desde su móvil en el que le decía que iba a salir de fiesta, pero nada más se supo de ella hasta hace diez días, cuando localizaron su cadáver con un corte en el cuello. El dueño de esa cafetería, David S., fue detenido este martes acusado de un presunto delito de homicidio.
Madrugada del domingo, 27 de abril. Los servicios de emergencia reciben una alerta: el cuerpo sin vida de una mujer flota en la costa de San Andrés, muy cerca de la orilla de la conocida como playa de Los Enanos de Arucas. A la zona se desplazan agentes de la Guardia Civil que comprueban que el cadáver presenta claros signos de violencia, sobre todo, un corte profundo en el cuello y numerosos golpes en el resto del cuerpo. También tenía heridas incisas en las extremidades. La víctima no llevaba documentación alguna encima, tampoco enseres personales que facilitasen su identificación y, en ese momento, no constaba ninguna denuncia de desaparición.
El cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal y, además de esclarecer las causas de la muerte violenta, ponerle nombre se convirtió en el objetivo principal de la Guardia Civil. Eso no ocurrió hasta la semana pasada. La mujer fallecida localizada en la costa de Arucas era Triana.
Desde entonces, los agentes de Homicidios de la Guardia Civil han trabajado por deshacer sus pasos y dar con el presunto autor (o autores) del asesinato de Triana. Los testimonios de sus allegados fueron fundamentales para lograrlo: el barrio de Arenales, la calle Molino de Viento, el bar de la calle Castrillo… Todo llevaba al mismo punto: cafetería Arenales. Allí se dirigió la noche del 24 de abril y allí, sospechan los agentes, perdió la vida desangrada tras la cuchillada en el cuello…
El negocio es conocido por los vecinos por las múltiples fiestas que realiza tras el cierre al público y hasta altas horas de la madrugada. A una de esas fiestas se cree que acudió Triana ese jueves, tras recibir una llamada de David o de algún amigo.
Al frente de ese bar está, desde hace años, David. Este martes a primera hora, la Guardia Civil se presentó en su piso para detenerlo por su presunta implicación en el asesinato. Tras registrar su vivienda, los agentes lo condujeron —esposado y encapuchado— a su bar, en torno a las 10. 45 horas. En el amplio operativo, que mantuvo las calles cortadas al tráfico durante horas, participaron Criminalística, Homicidios y la Ucesic de la Comandancia de Las Palmas. En el interior estuvo no más de quince minutos, antes de ser trasladado a los calabozos.
Quienes permanecieron horas en el bar fueron los agentes de Criminalística. Equipados con los trajes EPI, para no contaminar la que todo apunta que es la escena del crimen, tomaron muestras en busca de restos biológicos y de la sangre de Triana. Del interior salieron cargados con varias cajas con documentación y bolsas con pruebas. El bar quedó precintado y ahora analizan las imágenes de las cámaras de seguridad.
Regreso de Italia
Después de diez días del hallazgo del cadáver de Triana su muerte sigue rodeada de incógnitas. Una de ellas es fijar la fecha exacta del crimen. El 24 la vieron por última vez, pero el 25 mandó un mensaje a su madre en el que le decía que todo iba bien y que estaba de fiesta. O alguien lo envió por ella. Reconstruir los tres días hasta el domingo en que se localizó el cadáver es el siguiente paso de la investigación para saber cómo el autor o autores se deshicieron del cuerpo y cómo llegó a Arucas desde Arenales. También esclarecer el móvil del crimen. Delegación del Gobierno descarta, por ahora, que se trate de un nuevo caso de violencia de género, a la espera del avance de las pesquisas.
Triana, natural de Colombia y que vivió en Las Palmas de Gran Canaria, se mudó a Italia hace unos meses. Estaba en la Isla de nuevo de forma temporal para arreglar asuntos de su pasado en España.
La investigación continúa abierta a la espera de poder resolver todas esas dudas y los agentes de la Guardia Civil no descartan realizar más detenciones vinculadas con el crimen. El Juzgado de Instrucción número 1 de Arucas, que dirige la causa, declaró el secreto de sumario.
Con el de Triana son cinco los homicidios o asesinatos cometidos en Gran Canaria en lo que va de año. En febrero, un vecino de La Aldea de San Nicolás mató a la suegra del alcalde; en marzo, una pelea en La Feria acabó en el fallecimiento de una mujer y un individuo estranguló a su novia en Schamann. Este fin de semana, un hombre murió tras recibir un puñetazo en una pelea en Arguineguín.
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