OHLA ha presentado a la comunidad inversora un nuevo plan estratégico hasta 2029, que incluye recortes en sus costes y un plan para elevar sus ingresos y duplicar su rentabilidad. La hoja de ruta sale a la luz en plena ampliación de capital de 50 millones de euros con la que la compañía quiere volver a salvar el preconcurso de acreedores y en medio de la disputa por el control de la constructora entre los hermanos Amodio, primeros accionistas, y el empresario José Elías.
Según la comunicación enviada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), OHLA se ha marcado el objetivo de alcanzar unas ventas superiores a los 5.000 millones de euros en el año 2029, lo que supondría un incremento aproximado del 20% sobre las registradas en 2024, y lograr un ebitda por encima de los 300 millones, frente a los 152,6 millones actuales. Esto se traduciría que la rentabilidad de la empresa, medida en la ratio ebitda sobre ventas, pasaría del 3,7% al 6%.
«Si se logran los objetivos previstos en el plan estratégico, OHLA podrá alcanzar márgenes brutos superiores al 8% sobre ventas en 2029, desde el 6,4% en 2024, así como una importante mejora de la caja generada en 2029 respecto de la caja generada en 2024, que podría llegar a ser superior en más de un 100%. Se prevé que la mejora del ebitda se sustente principalmente en la reducción de costes y en la mejora de márgenes hasta 2026, y en el crecimiento hasta 2029, estimando un crecimiento importante del negocio de concesiones que aportaría el 8% del ebitda ya en 2029″, resume la cotizada en el Mercado Continuo.
Mayor foco en Estados Unidos y concesiones
¿Cómo pretende lograr todo esto la compañía en la delicada situación en la que se encuentra? La intención de la constructora es disparar un 80% sus ingresos procedentes del negocio constructor en Estados Unidos. Esta división aporta actualmente en todas las geografías, Norteamérica, España, República Checa, Chile y Perú, el 85% de la facturación de OHLA. «Se apostará por segmentos de mayor valor añadido y mayores márgenes (esto es, aquellas actividades con márgenes superiores al 8%) y se mantendrán aquellas actividades cuyo volumen y contribución al margen del Grupo OHLA son fundamentales, aun con un margen algo menor, como son carreteras», detalla la cotizada.
La otra palanca de crecimiento será la división de concesiones, «que se espera que vaya recuperándose paulatinamente en aquellos mercados de interés para el grupo». Según explica OHLA en el documento enviado al regulador, este negocio «deberá ser el generador de resultado financiero» de la compañía. El foco estará puesto también en Estados Unidos, además de América Latina (sobre todo Chile), y Centroeuropa, en proyectos de carreteras, hospitales y, en menor medida, ferroviarios «por su mayor complejidad y riesgo de integración». La evolución dependerá directamente de la capacidad financiera de la empresa, aunque no descarta reinvertir aquí el capital obtenido de desinversiones.
Recortes a la vista
OHLA implementará en los próximos años una política de austeridad en su estructura, política que incluye una simplificación para ganar mayor eficiencia y eficacia. Estas medidas incluyen un ahorro del 7% de los costes directos y un 3% de los indirectos de la división constructora, la fusión de varias delegaciones de la división de servicios, que supondrá un alivió de 2,4 millones, y una «optimización de las compras en proyectos y una mejora de la excelencia operativa». Estos cambios esperan que se traduzcan en una reducción de costes de aproximadamente 40 millones de euros.
Lucha por el control de OHLA
Este nuevo plan estratégico se presenta en medio de una ampliación de capital de 50 millones de euros con la que OHLA pretende recapitalizarse tras haber ejecutado ya una de 150 millones y con el objetivo de afrontar un revés en uno de sus pleitos internacionales. Esta inyección de fondos estará respaldada en un 40% por los dos hermanos Amodio, primeros accionistas del grupo con el 21,6% del capital, y el empresario también mexicano Andrés Holzer, con cerca de un 8,4% del capital.
Todavía no se conoce qué decisión tomará el consorcio de empresarios liderado por José Elías, que entró en la ampliación de 150 millones, pero apenas unas semanas después ha abandonado el consejo de administración por discrepancias en la gestión de la compañía. En las últimas semanas, Elías ha condicionado su participación en esta nueva inyección de capital a que la compañía destituya al consejero delegado, Tomás Ruiz, y al secretario del consejo, José María del Cuvillo, además de que se reformule este organismo con cinco consejeros dominicales, cuatro independientes y el nuevo CEO. La respuesta de los hermanos Amodio ha sido respaldar a Ruiz y a Del Cuvillo.