El Ejército de la India ha bombardeado esta noche nueve supuestas bases terroristas ubicadas en Pakistán y en la Cachemira administrada por Pakistán, donde denunció que habían sido planificados ataques terroristas contra el país.
«Hace poco, las Fuerzas Armadas de la India lanzaron la OPERACIÓN SINDOOR, atacando infraestructura terrorista en Pakistán y en el territorio de Jammu y Cachemira ocupado por Pakistán, desde donde se han planeado y dirigido ataques terroristas contra la India«, informó en un comunicado el Ministerio de Defensa de la India.
Represalia por un atentado en la Cachemira india
Las relaciones entre la India y Pakistán ya se habían deteriorado drásticamente tras un mortal atentado militante contra turistas en Cachemira el mes pasado. Por ello, India acusaba a Pakistán de apoyar el terrorismo transfronterizo, acusación que Islamabad ha negado rotundamente.
La última represalia que la India había anunciado había sido este martes, cuando anunció que iba a «cortar el agua» de los ríos que nacen en su territorio y que pasan por Pakistán, en represalia por el atentado cometido en la Cachemira india en abril, que imputa a Islamabad. La India suspendió su participación en un tratado para compartir recursos hídricos firmado en 1960 con Pakistán, en represalia por el atentado que el 22 de abril dejó 26 muertos en la turística ciudad de Pahalgam, en la parte de Cachemira administrada por India. Aunque el ataque no fue reivindicado, Nueva Delhi acusó a Islamabad, que lo negó firmemente.
El curso del «agua perteneciente a India que hasta ahora discurría hacia el exterior, se frenará para servir a los intereses de la India y se utilizará para el país», declaró el primer ministro indio, Narendra Modi, en un discurso público. Horas antes de que Modi hiciera su declaración, Pakistán había acusado a India de modificar el caudal del río Chenab.
El tratado firmado en 1960 establece que ambos países compartirán el control de la cuenca de seis ríos de Cachemira que confluyen aguas abajo en el río Indo, en Pakistán. Cuando India decidió suspender unilateralmente ese pacto, Pakistán advirtió que cualquier intento de modificar el caudal de esos ríos se consideraría «un acto de guerra».
La tensión entre India y Pakistán se incrementó notablemente en los últimos días a raíz del atentado ocurrido en la región himalaya, de mayoría musulmana y disputada por ambos países. Numerosos expertos ya temían por una confrontación militar abierta entre ambas potencias nucleares. Y, desde hace una decena de noches, soldados indios y pakistaníes abren fuego con armas ligeras en la frontera; unos tiros que, según Nueva Delhi, de momento no habían causado víctimas.
Estados Unidos, mediador
Por su parte, Estados Unidos había pedido este martes a India y Pakistán hallar una «solución responsable» a las tensiones entre ambos, después de que el primer ministro indio, Narendra Modi, advirtiera que impediría el paso de agua por la frontera.
Estados Unidos mantiene estrechas relaciones con la India y expresó su solidaridad tras el ataque, pero el secretario de Estado, Marco Rubio, llamó la semana pasada a altos funcionarios de las dos naciones, ambas con armas nucleares, y les aconsejó que redujeran la tensión.