Varias comisiones de falla tienen en su nomenclator el nombre de un papa. Quien sabe si, dentro de unos años o décadas, alguna de ellas llevará el nombre del sucesor de Pedro, se llame como se llame.
Queda tiempo porque deben reunirse varias condiciones: que el ayuntamiento rotule una calle a su nombre (cosa que Benedicto XVI, a pesar de que, es de los pocos que ha visitado la ciudad como póntífice, no tiene, ni tampoco Francisco). Y que esté en una zona donde no hay falla y se cree una. O que, rotulándose en un lugar que ya tiene falla, ésta cambie su nombre para incorporarlo.
Las comisiones «papales» lo son por denominación y nada más: ninguna hace alusión en el escudo. No hay mitras, llaves ni un elemento arquitectónico vaticano. Las alusiones religiosas no suelen aparecer en los escudos. Más, en todo caso, iglesias que imágenes de santos.
El caso es que, conforme se generaron y bautizaron calles a nombre de sumos pontífices, se fueron creando comisiones, que incorporaron sus denominaciones.
Los papas valencianos tienen una mención en una falla especialmente conocida: Pérez Galdós-Calixto III. La falla «merengue» no es la única que se ha plantado en esta calle de la Petxina, puesto que durante varias décadas también existió la de Juan Llorens-Calixto III.
El otro papa valenciano, Alejandro VI también tiene calle, pero no forma parte de una denominación. Forma parte de la demarcación de Reino de València-Duque de Calabria. Antiguamente sí que aparecía como tercera calle en una José Antonio-Matías Perelló-Alejandro VI.
Escudos de Pedro Cabanes-Juan XXIII y Pérez Galdós-Calixto III
Roncalli, en Rascanya
El «papa bueno» también forma parte de una comisión. De hecho, su nombre sonó mucho a finales del pasado siglo, puesto que la «Asociación Cultural Juan XXIII» solicitó repetidamente su constitución como falla de nueva creación, recibiendo varios años la negativa del pleno de la JCF. Curiosamente, su primera denominación era Pedro Cabanes-Camino de Montcada pero la apertura de la avenida determinó su nombre consolidado de Pedro Cabanes-Juan XXIII, que no hace tanto celebró su 25 aniversario.

Nerea López puso en el mapa de lo más alto a la comisión de Ingeniero José Sirera-Pío IX / MAMontesinos
Ciudad de «píos»
València es, sobre todo, ciudad de «píos». Los cuatro últimos, que fueron papas de Roma entre mitad del Siglo XIX y mitad del XX tienen calle en València. Dos de ellos están en San Marcelino y son paralelas: Pío IX y Pío X, (como «San Pío X») y uno de ellos, Pío IX, sí que forma parte de la denominación de Ingeniero José Sirera-Pío IX, comisión muy conocida recientemente por ser a la que pertenece la fallera mayor infantil de 2022, Nerea López.
Precisamente, Nerea tuvo una relación muy especial con el sumo pontífice a quien ahora se busca sucesor, después de que, en febrero de 2022, protagonizara junto a Carmen Martín la histórica audiencia que mantuvieron con Francisco, auspiciada por el Extra de Fallas de Levante-EMV
Benedicto XVI, también tuvo un momento de atención con una fallera mayor de València: durante su visita a la ciudad por el Encuentro Mundial de las Familias, una de las personas que le presentó respetos fue Lucía Gil Raga.
Pío XI da nombre a la comisión «papal» más potente del momento: Pío XI-Fontanares, una de las de mayor censo en la ciudad y que hace unos años celebró el cincuentenario. Esta comisión se autodenomina como «La Pío».

Cuadros de honor de Pío IX Fontanares, durante la fiesta del 50 aniversario. / Falla La Pio
Por último, una curiosidad: València y Quart de Poblet tienen calles falleras para Pío XII. En el «cap i casal», la de Padre Domenech-Pío XII, que es más conocida por su sobrenombre, Barri la Figuera. Y en Quart ocurre lo mismo porque Pío XII-Jaume Roig tiene muy consolidado su apodo de «La Font», en alusión a una fuente histórica del barrio.

Pío XII da nombre a dos fallas, una en Quart de Poblet y otra en València
Y San Pedro…
Y por último, el primer papa de la historia. Que también tiene su falla en el Cabanyal desde 1960: San Pedro-Virgen de Vallivana. Su escudo, como tantas otras del Marítimo, tiene una barca, que ya puestos, también podría ser la de San Pedro, una denominación que domina plenamente en el día a día de la comisión: «San Pedro» o «Sant Pere». La patrona de Morella queda en segundo plano.

Miembros de la comisión y escudo de San Pero-Virgen de Vallivana / San José Photo
El tiempo dirá si alguno de los más recientes se bautiza con una denominación papal. Juan Pablo II no podrá porque su plaza se encuentra en la demarcación de Castielfabib-Marqués de San Juan. Y de los más recientes, Benedicto XV, Pablo VI, Juan Pablo I, Benedicto XVI y Francisco no tienen calle rotulada en la ciudad. El tiempo dirá.