Según ANEABE (Asociación Nacional de Empresas de Aguas Minerales de España), el agua mineral es la bebida más consumida en España y representa el 46,5% del total. Para los consumidores, el agua mineral es sinónimo de salud, pero también de calidad y de sostenibilidad. Y es que según la encuesta realizada a más de 1.500 personas por cuatro asociaciones: Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (AVACU); Federación de Consumidores y Usuarios independientes (FUCI); Unión Cívica Nacional de Consumidores y Amas de España (UNAE) y Unión de Consumidores de Andalucía (UCAUCE), en el marco del proyecto de colaboración con ANEABE, a la hora de pedir agua en un restaurante, el 76 % elige agua mineral natural, un 9 % agua del grifo y un 1 % agua filtrada; mientras que un 14 % consume el agua que le sirven, sin indicar preferencias. Y para 9 de cada 10 consumidores (89 %) las botellas de agua filtrada -que se sirven habitualmente en una botella de vidrio y con el logo del restaurante- pueden confundirse con las de agua mineral.
De la misma encuesta se deriva que el 84 % de las personas consumidoras considera que el agua del grifo filtrada en los restaurantes debería ser gratis. Este tipo de agua es agua del grifo que se filtra en los propios establecimientos y se suele servir en una botella de vidrio con el logo del restaurante, una práctica que también genera confusión entre la ciudadanía, ya que en muchas ocasiones su precio no aparece en la carta, sin embargo, sí se ve reflejado en la factura final.
Para Irene Zafra, secretaria general de la Asociación de Aguas Minerales de España (ANEABE) “El objetivo de la encuesta es tener una visión sobre el conocimiento que tienen los consumidores acerca de los tipos de agua disponibles y ofrecerles información veraz, para que puedan tomar decisiones de consumo informadas. En el caso de consumo en hostelería, hemos observado que en ocasiones se genera confusión con respecto a los tipos de agua, sus características y su precio. Por eso es importante que la persona consumidora conozca las opciones y pueda elegir la que mejor se adapte a sus gustos y necesidades”, añade.
El agua mineral natural, la preferida
Según la misma encuesta reciente, el agua mineral natural se consolida como la elección principal de los consumidores al pedir agua en un restaurante. Los motivos de esta preferencia son diversos. Para el 86 % de los participantes, el agua mineral natural ofrece mayor confianza en términos de seguridad alimentaria. Además, un 63 % considera que la calidad y las propiedades del agua filtrada no alcanzan los estándares del agua mineral.
La expectativa general también apunta en esta dirección: el 88,5 % de los consumidores espera que se le sirva agua mineral cuando la solicita en un establecimiento de hostelería. Además, 9 de cada 10 personas consideran importante recibir información clara sobre el tipo de agua que se les ofrece y su precio. El aspecto saludable del agua mineral natural también influye en su popularidad. El 80 % de quienes la eligen lo hacen por sus beneficios para la salud, y el 81 % la vincula directamente con un estilo de vida saludable.
“Los datos de la encuesta revelan una necesidad de mayor información entre los consumidores sobre las ofertas de agua existentes. Hablamos de un bien esencial, de consumo diario, e ingrediente principal para una alimentación y estilo de vida saludables. Todo ello implica esa necesidad formativa e informativa para mejorar la capacidad de elección de la ciudadanía”.
Tipos de agua disponibles para el consumidor
• El agua mineral natural es pura desde su origen, porque procede de acuíferos subterráneos protegidos de toda contaminación. Se envasa a pie de manantial con todas las garantías de calidad y seguridad alimentaria y llega a nosotros tal y como se encuentra en la naturaleza. No requiere, por lo tanto, ningún tratamiento químico para su consumo. Su composición en minerales y sus propiedades saludables permanecen constantes en el tiempo, y la etiqueta recoge su composición mineral, que es diferente en cada agua mineral natural.
• El agua del grifo (en una jarra o ya servida en un vaso) proviene de aguas superficiales y de orígenes diversos (embalses, ríos, desalinizadoras…) y, por lo tanto, es tratada químicamente (como, por ejemplo, con la adición de cloro) para desinfectarla, protegerla de potenciales contaminaciones y que pueda ser apta para consumo humano. Además, su composición es cambiante.
• El agua filtrada en hostelería (se suele servir en una botella de vidrio con el nombre del restaurante) es agua del grifo que se somete a un proceso de filtrado doméstico en el propio establecimiento de hostelería. Este proceso cambia su composición inicial y elimina el cloro. Las botellas de agua filtrada no disponen de cierre hermético y no ofrecen información mediante la etiqueta sobre su procedencia (el grifo).
Sobre la encuesta
Ha sido realizada sobre una muestra de 1.506 personas consumidoras mayores de 18 años, residentes en el conjunto de España, 48,07 % hombres y 50,93 % mujeres con las siguientes franjas de edad: de 18 a 25 años (14,21 %); de 26 a 35 años (10,96 %); de 36 a 49 años (23,11 %); de 50 a 70 años (39,51 %) y más de 70 años (12,22 %). El nivel de precisión de los resultados de la encuesta estará en un +/- 3 %. Tomando esto en cuenta el nivel de confianza de nuestros resultados, expresados en porcentaje, se situaría en un 95 %.