El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha pedido por carta a la Alta Representante de la UE de Política Exterior, Kaja Kallas, que se incluya en la próxima reunión del Consejo de Asuntos Exteriores, que se celebrará el 20 de mayo, la «situación de hambruna» en la Franja de Gaza ante el bloqueo israelí a la entrada de ayuda.
El jefe de la diplomacia ya había adelantado la víspera, durante su comparecencia ante la Comisión de Exteriores del Senado, que enviaría esta misiva. Tanto en esta intervención, como en la que hizo por la mañana ante la comisión homónima en el Congreso, se mostró muy crítico con la situación en Gaza. «La situación en Gaza es inaceptable, además de inhumana», sostuvo en la Cámara Alta, denunciando que el bloqueo impuesto por Israel a la entrada de ayuda humanitaria «ha provocado la hambruna». «La entrada urgente de alimentos es necesaria para salvar vidas», reclamó.
Según han indicado fuentes diplomáticas a Europa Press, Albares se expresa advirtiendo de que «muchas vidas de civiles inocentes, de miles de niños y niñas están en juego». Para solicitar que se incluya esta cuestión en la próxima cita de ministros de Exteriores de la UE –los Veintisiete se han dado cita este miércoles y jueves en Varsovia, pero es una reunión informal–, esgrime que «Europa es faro para el mundo en defensa del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos». Por tanto, los europeos deben «aunar fuerzas para aliviar la hambruna en Gaza, para que la ayuda humanitaria se reanude y para evitar la muerte de más civiles inocentes», sostiene el ministro, según las citadas fuentes.
Kallas está en línea con Albares ante el genocidio de Gaza. Por ello, la representante de la UE ha afeado este martes ante el ministro de Exteriores de Israel, Gideon Saar, la «insostenible» situación humanitaria en la Franja de Gaza y ha advertido de que no se puede «politizar» la entrada de suministros básicos. «La ayuda humanitaria debe reanudarse inmediatamente y nunca puede estar politizada», ha señalado Kallas, quien ha subrayado también que corresponde a las organizaciones gestionar cualquier futuro mecanismo, ante la posibilidad de que sea Israel quien termine manejando los envíos.
Saar, sin embargo, ha defendido que es Hamás quien se ha servido tradicionalmente de la ayuda humanitaria que llega a Gaza para «alimentar su maquinaria de guerra», un argumento bajo el que el Gobierno de Benjamin Netanyahu mantiene bloqueados los accesos desde hace ya más de dos meses. «Si Hamás sigue robando la ayuda a la población y ganando dinero con ella, la guerra seguirá para siempre», ha advertido Saar, en cuya opinión «Israel debe cambiar la forma en la que facilita la entrada de productos». En este sentido, ha llamado a la comunidad internacional a «ayudar» y «no impedir» las labores israelíes.
Por su parte, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) también ha rechazado este martes el plan de Israel para distribuir ayuda humanitaria en la Franja de Gaza por considerar que «no cumple los principios humanitarios fundamentales de imparcialidad, neutralidad e independencia». Pese a la presión internacional, el plan de Israel sigue siendo estrechar el cerco contra Hamás hasta el punto que sea necesario arrinconar a la población en el sur de la Franja, con ataques incluso contra los campos de refugiados si se intuye que cobijan guerrilleros de Hamás.