No te vayas nunca, Lola

«El camino a la Meca», de Athol Fugard. / INFORMACIÓN

«Camino a La Meca»

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De Athol Fugard

Versión y dirección: Claudio Tolcachir

La gran dama de la escena sigue viva y coleando con un personaje que se parece a Lola Herrera por su poco convencional carácter en favor de la libertad personal y artística. Una escultora viuda, real y atemporal, Helen Martins (1897-1976), residía en la comunidad conservadora de un pequeño pueblo sudafricano y le sirvió de inspiración a Athol Fugard al escribir Camino a La Meca (1984), dirigida y versionada por el argentino Claudio Tolcachir como experiencia transformadora para el equipo y los espectadores, que fueron numerosos en el Principal de Alicante. La presión social y la búsqueda de la identidad propia son los temas abordados. La hija de Lola, Natalia Dicenta, es una profesora amiga, y Carlos Olalla representa al predicador. El mano a mano entre las dos actrices conforma buena parte de un texto realista e intimista que hasta pasada la media hora inicial no capta plenamente nuestra atención. Existen una estricta sociedad, la mediocridad, neutralizada por el arte, y la posibilidad de la esperanza. Así queda de relieve la calidad de cada una con sus matices interpretativos. Lola Herrera hace gala de su inconfundible timbre de voz con seguridad, sobriedad e instantes más intensos, donde florece mejor la veterana actriz. La fuerza, la lucidez y la vulnerabilidad de la mujer a la que acoge. Natalia Dicenta exhibe el desparpajo de su papel con instinto teatral, credibilidad y naturalidad. El trío, decíamos, lo compone también un Carlos Olalla sereno, eficaz y que garantiza el buen resultado que persigue Claudio Tolcachir con acciones administradas con una notable soltura y teniendo en cuenta que el foco apunta al intercambio verbal. La acogedora escenografía de Alessio Meloni rinde culto a la escultora y nos sitúa en su casa. La soledad y los deseos estimulan el conflicto y la reflexión de un público que valoró mucho el trabajo global y la presencia de Lola Herrera con afectuosa y prolongada ovación. La obra se llevó al cine y el título señala la ciudad natal del profeta Mahoma.

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