El Gobierno de Aragón continúa en su plan contra los incendios. El Ejecutivo autonómico avanzó a finales del año pasado su intención de desarrollar un proyecto piloto en el que sensores automáticos, cámaras de videovigilancia e Inteligencia Artificial se unieran a Sarga, la empresa pública de gestión forestal, para combatir el fuego en la comunidad. La entidad ya ha licitado el proyecto Centinela, una iniciativa de cerca de 190.000 euros que vertebra el proyecto piloto en el Valle de Ordesa para probar la capacidad de las nuevas tecnologías en la lucha contra los incendios.
El objeto del contrato es «el análisis, la implementación, puesta en marcha y mantenimiento de la herramienta de detección y vigilancia de incendios a través de instalación de cámaras de videovigilancia con la capacidad de la discriminación de tipos de humos». La intención de la DGA es «digitalizar y optimizar» los procesos que actualmente se llevan a cabo para extinguir los incendios.
El Ejecutivo autonómico admite que la puesta en marcha de esta iniciativa es «reducir la dependencia de recursos humanos y maximizar la detección y capacidad de respuesta ante emergencias». El propio Gobierno de Aragón reconoce como «piloto» la experiencia en el Valle de Ordesa y comenta la intención de poder «evaluar» los resultados con la intención de «replicar el sistema en otros entornos naturales gestionados por Sarga». Si la iniciativa, cuando se desarrolle al completo, ofrece unos resultados satisfactorios, la DGA podría implementar «a futuro» proyectos similares por todo el parque de Ordesa y por otras localizaciones del territorio autonómico.
El Valle de Ordesa fue el lugar elegido por el Ejecutivo autonómico para lanzar esta iniciativa, aunque sondearon las posibilidades de instalarlo en el Cañón de Añisclo, las Gargantas de Escuaín o el Valle de Pineta. Ordesa, según refleja el contrato emitido por Sarga, reunía cinco apartados que fomentaron su elección: impacto máximo por su relevancia turística y ambiental, fuentes de alimentación energética, cobertura de superficie, una mayor accesibilidad y un mayor equilibrio entre costes y beneficios.
El sistema de visión artificial que desarrolla el Centinela incluye como características la detección automática de humo a través de sensores ópticos, un control con alta sensibilidad y la integración directa en las oficinas de control._También es capaz de crear «una lista blanca», para incluir ubicaciones concretas que no influyan en la generación de incendios forestales.
Además, la plataforma de gestión centralizada incluye la monitorización en tiempo real de los bosques, el análisis de los datos recogidos por las cámaras y las alertas ante posibles emergencias. El modelo es escalable, con la posibilidad de integrar más sensores, cámaras y localizaciones.
La vigencia del contrato finaliza este 31 de diciembre y contempla el desarrollo del proyecto en cuatro fases desde la formalización de la adjudicación. Una primera con dos reuniones para lanzar el proyecto y una segunda para analizar los requisitos que pongan en marcha la iniciativa.
El tercero es el paso que más dura, con hasta cuatro meses para elaborar la herramienta e integrarla en el parque natural. Por último, el funcionamiento de la herramienta. La DGA advierte en la licitación de que existe la posibilidad de alargar un año más el contrato, centrándose en «tareas de mantenimiento correctivo y evolutivo».
El plazo de presentación de ofertas para desarrollar el servicio de videovigilancia finalizó el pasado 22 de abril. La empresa pública ya está evaluando a los candidatos para tomar una decisión en las próximas semanas.
Suscríbete para seguir leyendo