La permanencia de la UD Las Palmas ya es algo más que una cuestión de fe. Ante el Valencia, una derrota sin paliativos en el Gran Canaria (2-3) y una complicación con mayúsculas. Sin fútbol, sin ideas y aferrados a lo imposible, los pupilos de Diego Martínez pudieron lograr la igualada en el 88 con un remate de Mata que se marchó por encima del travesaño. Hugo Duro (2) y un autogol de Suárez fueron una losa insalvable. Sandro Ramírez, de penalti, y Oli McBurnie fueron los realizadores en un final cardíaco. Con Januzaj desatado, los isleños merecieron más con diez minutos de alargue. Pero no se puede conceder tanto. Es un billete hacia ninguna parte.
Fuster estrelló el balón en el lateral de la red (92′) en un giro loco de suspense. Con un rival catatónico, la UD lo tuvo en la mano. Otro cabezazo de Mata y punto y final. Dos aproximaciones de Rafa Mir fueron el aperitivo a la contienda de todos los tiempos. Javi Muñoz quedó ubicado por la derecha, con Sandro Ramírez por el costado zurdo. En el frente ofensivo, Moleiro y McBurnie. La doble ‘M’ para una UD que afrontó la contienda atenazada. Con miedo, replegados y cediendo el balón a un Valencia inspiradísimo desde el primer segundo. Olía la sangre de un rival que tembló en exceso en el jardín de Dinko.
El bloque che tira de pizarra y remate de Mir que despeja Horkas (12′). Sin el balón, la UD se vio superada en el primer cuarto de hora. Nueva ofensiva de Mir y remate de Diakhaby que sale por encima. Ahora le toca a Pepelu en pleno asedio del bloque de Corberán. Las Palmas se refugió en el talante más primitivo. Balón largo a McBurnie que el escocés transforma en la mejor ocasión del primer acto. Pasividad, compasión y tanto de Hugo Duro en el segundo palo y sin oposición (22′).
Tremendamente fácil, defensa de cartón y tanto cómico. Máxima complicidad de la zaga grancanaria. Essugo y Suárez están lejos de la marca y los de Corberán se adelantaron con pétalos de rosas. Un cuadro che que juega de memoria y con una lección magistral de Pepelu. Stefan Bajcetic estaba muy solo en la medular Sandro Ramírez probó fortuna a balón parado. Jugadas en largo, un fútbol muy primitivo y carente de ideas. Así fue esta película de terror.
A los 35 minutos, envío de saque de esquina y remate de Álex Muñoz de cabeza (36′). Un ladrillo de primer tiempo, pánico bajo la dictadura de bostezos. El 0-1 sesteó a un Valencia pragmático que encontró demasiadas facilidades.
La UD no encontró la fórmula de meterse en un partido que pudo quedar sentenciado con tiro de Mir (40′). El Valencia se empeñó en dejar viva a una UD raquítica en la fase de creación. Pérdida de Essugo en la medular y se consume el primer tiempo. Corberán le ganó la partida a Martínez desde el máximo rigor.
De la UD solo había apatía y llegó el empate en una acción aislada como un penalti. Viti contra el mundo y arranca un saque de esquina. Mano de Diego López y penalti que transforma Sandro Ramírez (46′). Igualada con un manto de polémica en una primera parte carente de electricidad.
En el segundo acto, el mismo guion. Dominio valencianista y primera intervención de Dinko. Recupera el esférico la UD, que sale de forma vertiginosa al contragolpe. McBurnie es derribado por Mamardashvili y en el siguiente fotograma, remate de Mika y el balón se estrella en el lateral de la red. A golpe de penaltis, a golpe de polémica para mantenerse vivos en la contienda del siglo. Ovación para Sandro y Essugo. Dos piezas que vuelan y entran Marvin y Fuster. Se trata de generar más juego en la medular. Contragolpe de fuego y el 1-2. Centro desde la derecha y el cabezazo de Duro acaba en la red. Centro milimétrico de Diego López y Álex Suárez queda retratado. La UD tiene un problema de fútbol, no juega a nada y concede en exceso. El desliz del capitán ha costado carísimo. Dinko tampoco está acertado, se quedaba helado y debajo del larguero.
Pérdida de Javi Muñoz y la solución es Januzaj. La UD sigue de puntillas en el partido. Javi Guerra estira su lección de personalidad. Disparo de Mir que sale desviado. La peina el belga y McBurnie no llega por unos centímetros. El infortunio eterno llegó con el 1-3. Autogol de Suárez ante un Dinko superado. Otro regalo. Nada de nada. Pesadilla en Siete Palmas y directos al abismo.
Tiro de Moleiro desde el corazón del área y explota el drama en el Gran Canaria. Mata y Campaña irrumpen bajo el tedio. Una calamidad de partido y una puñalada al corazón del club isleño. Centro de Campaña y el remate de McBurnie acaba en la red. Fuster, Mata y otra vez Mata pudieron lograr el empate pero era demasiado. Sin fútbol es imposible.