La naturaleza genera en los seres humanos un sentimiento de paz y tranquilidad, sensación de estar en casa y en absoluta libertad. Este es uno de los motivos por los que hay tantos amantes del senderismo. Sobre todo en España, un país en el que hay cientos de posibilidades con paisajes muy diferentes. Rutas para los aficionados a la montaña, para los que prefieren el campo, atravesar ríos o recorrer acantilados a los pies del mar.
La región de Teruel esconde algunos paraísos naturales que la convierten en un destino por excelencia para los senderistas. Allí existen caminos como la Ruta de los Íberos, donde los visitantes se sumergen en las costumbres de los antiguos pobladores de la península; o la de las Pasarelas de Valloré, una completa desconocida que discurre a través de pasarelas de madera sostenidas en barrancos que se extienden sobre el río Guadalope.
Cómo es la ruta de las Pasarelas de Valloré
El entorno de esta ruta deja sin respiración a todo aquel que la pisa, tanto adultos como niños, ya que es perfecta para completar en familia. Su dificultad es baja y su acceso muy sencillo, aunque no es apta para personas que sufran de vértigos. Da comienzo en el área recreativa de Las Eras, en la pedanía de Montoro de Mezquita, y está muy bien señalizada durante todo el camino, comenzando por la linde de un kilómetro que conduce al estrecho de Valloré.
Pasarelas de las pasarelas de Valloré / TURISMO DE ARAGÓN
En el camino podremos desviarnos por un sendero algo más complejo hacia un mirador. Allí podremos contemplar las vistas sobre el río Guadalope y sus accidentes geográficos, como la Boca del Infierno, la Hoz Mala o la Muela del Gabardal. Volviendo al lugar donde nos desviamos, si continuamos recto llegamos a las famosas pasarelas que ocupan casi 200 metros de largo siguiendo el cauce del río.
Cuando finaliza el tramo de las pasarelas de madera se puede continuar el trayecto hacia un precioso bosque de ribera. Después de cruzar un puente, se alcanza la Boca del Infierno. Otro puente y aparece una antigua piscifactoría que hoy es una planta de generación eléctrica. Más adelante habrá que cruzar el río en dos ocasiones para llegar al Molino o Masía de La Tosca, donde vuelven a aparecer las pasarelas hasta la Hoz Mala y Aliaga.

Estrecho de Vallore / TURISMO DE ARAGÓN
Estas pasarelas son algo más complicadas que las anteriores, con tramos en los que hay que subir alguna que otra escalera. Pero las vistas que obtenemos merecen mucho la pena. Para regresar, podemos seguir el mismo camino pero en el sentido contrario, volviendo a contemplar la preciosidad del paisaje turolense, repleto de agua, montañas y unas panorámicas de escándalo.