Después de más de dos décadas dedicadas a la política institucional, Elena Diego ha decidido dar un paso al lado. Presentará su dimisión en julio y dejará todos sus cargos públicos.
“Es hora de empezar otra vida”, confirma para EL ESPAÑOL de Castilla y León. Será en América Latina, donde ha conseguido una plaza en el ámbito de la cooperación para el desarrollo con enfoque feminista, un terreno que conoce bien desde su experiencia académica y profesional. El 1 de agosto comenzará esta nueva etapa.
Tomará posesión de una plaza en el Centro de Formación de la Cooperación Española en La Antigua, en Guatemala, dependiente de la AECID, tras superar un proceso selectivo.
No es un retiro, dice, es un giro profesional. “Me he dedicado toda la vida a la política iberoamericana, tanto desde la academia como en mi trabajo, y a la cooperación para el desarrollo, especialmente feminista. Se convocó la plaza, me presenté, la gané y empiezo una nueva vida”.
“Me sentía un poco vintage en esta política de ahora”
Lo que comenzó como una inquietud personal acabó tomando forma de decisión política. “Cumplí 50 años y me planteé muchas cosas. Me separé, mis padres son mayores, me siento más libre… Y eso te lleva inevitablemente a pensar en tu salud, en tu vida y en tus deseos”.
A ese cóctel vital se unió una sensación cada vez más presente en su día a día: “He tenido momentos de pasarlo mal. A veces me sentía un poco vintage en esta política de ahora”.
No se va por falta de fuerza o discrepancias. Se va, asegura, por convicción. “Hay que dejar espacio. Si no lo dejamos los que estamos, es muy difícil que otros puedan curarlo. Y yo creo que tocaba. Tocar dejar sitio en el Senado, en el partido, en todo”.
Del municipalismo al Senado
Comenzó su trayectoria como alcaldesa de Villamayor, cargo que ocupó durante dos legislaturas. De aquella etapa recuerda dos logros clave: “El reconocimiento de Villamayor como Ciudad Amiga de la Infancia por parte de UNICEF y el inicio del Parque Científico y Tecnológico vinculado a la Universidad de Salamanca”.
En 2011 dio el salto al Senado: “Ya me había retirado de la vida municipal y el partido me propuso para ocupar el escaño. Fue una oportunidad enorme. Viví un periodo muy intenso, también difícil, porque arrastraba un asunto judicial muy duro, pero aprendí mucho y me sentí muy cómoda”.
“La sociología de esta tierra es distinta”
Pregunta: ¿Cree que el PSOE ha sabido conectar con la ciudadanía en Castilla y León?
Respuesta: El PSOE de Castilla y León es una cosa, y el PSOE estatal es otra. Esta comunidad tiene una sociología marcada por el envejecimiento, por lo conservador. Nosotros hablamos muchas veces para el futuro, pero aquí hay gente que necesita que les hablemos del presente. Y eso también hay que saber hacerlo.
P: ¿Qué opina del relevo generacional que se está produciendo en el PSOE de Salamanca?
R: Necesario, urgente y valioso. Estoy muy orgullosa de la nueva ejecutiva y, sobre todo, de Miryam Tobal. Ella representa lo que es una mujer feminista, socialista y comprometida con el servicio público.
La socialista salmantina, Elena Diego, en una entrevista pata EL ESPAÑOL de Castilla y León
Pactos frustrados y líneas rojas
Preguntada por la propuesta de pacto de David Serrada para modernizar Salamanca, responde que el PSOE lleva años proponiendo lo mismo. “Pero tocas la puerta y al otro lado hay silencio. El PP no cree en el consenso. Por eso estamos donde estamos: a la cola en despoblación, en industrialización, en inversión…”.
P: ¿Está el PSOE de Castilla y León está demasiado cómodo en la oposición?
R: Eso es un mantra. No es verdad. En la oposición también se trabaja, y mucho. Si no hubiéramos estado ahí, la situación de Castilla y León sería aún peor. Hemos sido referentes gobernando, pero también desde la oposición.
Cuando se le plantea una de las preguntas más delicadas, el relevo de Luis Tudanca por Carlos Martínez al frente del PSOE en Castilla y León, no duda.
P: ¿Luis Tudanca o Carlos Martínez?
R: Carlos. Fue Tudanca hasta el momento en que hubo que decidir si debía seguir o debía entrar otra persona. A Carlos Martínez le tengo confianza y respeto. Me une a él haber sido alcaldesa, compartir trabajo en el ámbito internacional del municipalismo, y el saber que es buena gente. Igual que Luis. Pero ahora Carlos tiene mucho que decir.
También valora el papel de Patricia Gómez, nueva portavoz socialista en las Cortes: “Ha demostrado lo que vale, la garra que tiene, y las ganas de trabajar. Estamos en un momento de tránsito, y todos sabemos que en este partido nadie es imprescindible. Hay que cumplir con honradez, transparencia y limpieza”.
En las últimas semanas, el Grupo Parlamentario Socialista en las Cortes de Castilla y León se ha visto salpicado por una crisis interna a raíz de unas conversaciones captadas por error a micrófono abierto.
El episodio, que dejó al descubierto grandes tensiones en el seno del partido, provocó malestar entre las bases y también entre algunos cargos de larga trayectoria.
P: ¿Cómo vivió aquella crisis de los micros abiertos?
R: Con tristeza. Con muchísima tristeza.
La socialista no añade más. Un largo silencio se condensa ante una decepción evidente. No hay ataques, ni excusas, ni matices. Solo una palabra repetida dos veces, con la carga suficiente para expresar el desencanto de quien se va, pero no ha dejado de observar.
Una despedida serena, sin ruido
Al final de la conversación, Elena Diego quiere agradecer. A los salmantinos que siempre le han dado su confianza en las urnas. A sus compañeros y compañeras de partido. A los periodistas, “siempre me habéis regalado absoluto respeto”.
Y, sobre todo, a su familia: “Han estado en lo bueno y en lo malo. A mi padre le debo que entendiera desde niña que en esta vida no se puede pasar sin pensar en lo colectivo, sin mirar al vecino y sin tener un compromiso real con el servicio público”.
Con su salida a la vuelta de la esquina, Elena Diego pone fin a más de veinte años de trayectoria política en distintas instituciones y niveles orgánicos del PSOE. Lo hace por decisión propia, con una plaza ya adjudicada en el ámbito de la cooperación internacional, y dejando atrás una etapa que ha definido buena parte de su vida profesional.
Será el mes de julio cuando formalice su dimisión y, a partir de entonces, inicie una nueva etapa lejos de la política autonómica y nacional.