«¡Luz, más luz!»

Una vez más me viene a la cabeza la frase esa que Goethe, según parece, pronunció en el lecho de muerte. Se cree que se refería a la necesidad de iluminar nuestra mente y nuestro espíritu, pero los más aguafiestas aseguran que Goethe sólo pedía que abrieran las malditas cortinas, que en la habitación había que andar a las apalpadas. Siempre hay alguien que estropea los momentos épicos, la verdad. Hace un buen día y ya verás como viene alguien y lo jode, leo en los bares. Etcétera. Los famosos siempre han sido muy aficionados a decir frases en el lecho de muerte, pero quizás Goethe no se puso estupendo: sólo pedía que apartaran las cortinas, para que entrara el sol. 

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