EE. UU. exige a UPenn retirar premios a atletas transgénero

El Departamento de Educación de EE. UU. demanda a la Universidad de Pensilvania que cumpla con la ley federal y reasigne premios de atletas transgénero.

EE. UU. presiona a UPenn por políticas de atletas transgénero

El Departamento de Educación de Estados Unidos notificó a la Universidad de Pensilvania que sus políticas sobre atletas transgénero violan la ley federal que prohíbe la discriminación por sexo en programas con fondos federales. La notificación, emitida el pasado 15 de abril de 2025, establece que la universidad debe cumplir con un acuerdo propuesto en un plazo de 10 días o enfrentará acciones legales por parte del Departamento de Justicia de EE. UU. El acuerdo exige que la universidad emita una declaración de cumplimiento con la ley federal, transfiera los registros y premios ganados por atletas transgénero a atletas asignadas mujeres al nacer y publique una carta de disculpa dirigida a las atletas afectadas.

La controversia surge tras la orden ejecutiva del presidente Donald Trump, firmada en enero de 2025, que prohíbe a atletas transgénero participar en deportes femeninos en escuelas. Esta medida, respaldada por la administración Trump, llevó a la NCAA, organismo rector de los deportes universitarios en EE. UU., a actualizar sus reglas en febrero de 2025 para limitar la competencia en categorías femeninas exclusivamente a atletas asignadas mujeres al nacer. La Universidad de Pensilvania, que en 2022 generó titulares nacionales cuando una nadadora transgénero compitió en su equipo femenino, afirmó previamente que “siempre ha seguido las políticas de la NCAA y la Ivy League” y que permanece en pleno cumplimiento de las regulaciones.

El Departamento de Educación no respondió de inmediato a solicitudes de comentarios sobre las medidas de ejecución específicas que planea implementar. La universidad, por su parte, no emitió comentarios inmediatos sobre la notificación. Sin embargo, el caso de Pensilvania no es aislado. En marzo de 2025, la administración Trump suspendió 175 millones de dólares en fondos federales a la Universidad de Pensilvania debido a sus políticas sobre deportes transgénero, una medida que marcó un precedente en la aplicación de la orden ejecutiva.

Este mes, la administración también presentó una demanda contra el estado de Maine por permitir que niñas transgénero participen en deportes femeninos. Maine argumenta que la ley federal no prohíbe explícitamente la participación de atletas transgénero en categorías femeninas, un punto de fricción que refleja el debate nacional sobre el tema. La postura de Maine contrasta con la política de la administración Trump, que ha priorizado la exclusión de atletas transgénero de los deportes femeninos en todos los niveles educativos.

Datos clave sobre la controversia de atletas transgénero en EE. UU.

  • La orden ejecutiva de Donald Trump de enero de 2025 prohíbe a atletas transgénero competir en deportes femeninos escolares.
  • La NCAA actualizó sus reglas en febrero de 2025 para alinearlas con la orden ejecutiva, restringiendo la participación en categorías femeninas.
  • La Universidad de Pensilvania perdió 175 millones de dólares en fondos federales en marzo de 2025 por no cumplir con las nuevas regulaciones.
  • El plazo de 10 días para que UPenn acepte el acuerdo del Departamento de Educación vence el 25 de abril de 2025.
  • La demanda contra Maine en abril de 2025 busca establecer un precedente legal para la exclusión de atletas transgénero en deportes femeninos.

Contexto nacional de las políticas deportivas transgénero

La presión sobre la Universidad de Pensilvania refleja una estrategia más amplia de la administración Trump para reforzar las regulaciones federales en torno a los deportes escolares. La orden ejecutiva de enero de 2025 se basó en el Título IX, una ley de 1972 que prohíbe la discriminación por sexo en programas educativos con fondos federales. La administración argumenta que permitir a atletas transgénero competir en categorías femeninas constituye una violación de esta ley, ya que, según su interpretación, el sexo debe definirse estrictamente por el asignado al nacer.

La actualización de las reglas de la NCAA en febrero de 2025 marcó un cambio significativo en los deportes universitarios. Antes de la orden ejecutiva, las políticas de la NCAA permitían a las atletas transgénero competir en categorías femeninas tras cumplir con ciertos requisitos, como la supresión de testosterona durante un año. Sin embargo, la nueva normativa eliminó estas excepciones, alineándose con la postura de la administración Trump. Esta decisión afectó a universidades de todo el país, incluidas las de la Ivy League, que históricamente han adoptado políticas más inclusivas.

La suspensión de fondos a la Universidad de Pensilvania en marzo de 2025 fue una de las primeras medidas concretas para presionar a las instituciones educativas. Los 175 millones de dólares en cuestión representaban una parte significativa del presupuesto de investigación y programas académicos de la universidad, lo que generó críticas de algunos sectores académicos. Sin embargo, la administración defendió la medida como un paso necesario para garantizar el cumplimiento de la ley federal y proteger la equidad en los deportes femeninos.

La demanda contra Maine, iniciada el 10 de abril de 2025, intensificó el debate legal. El estado argumenta que el Título IX no prohíbe explícitamente la participación de atletas transgénero y que las políticas inclusivas promueven la igualdad de oportunidades. La administración Trump, por otro lado, sostiene que la inclusión de atletas transgénero en deportes femeninos socava los derechos de las atletas asignadas mujeres al nacer, un argumento que ha ganado apoyo entre algunos legisladores y grupos conservadores.

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