El Valencia Femenino no descenderá este fin de semana después de la victoria de las jugadoras de Cristian Toro contra la Real Sociedad por cero goles a dos. El conjunto blanquinegro llegaba al encuentro con la obligación de ganar para que el descenso a Segunda División no fuese matemático y logró salvar el primer ‘match ball’. El equipo sigue como colista de la Liga F a cinco puntos del Real Betis, penúltimo, y a seis de la zona de salvación, marcada por el Levante Badalona -que juega el jueves contra el FC Barcelona y que presumiblemente perderá su partido- con nueve todavía por jugarse. Para salvarse, el Valencia no solamente deberá sumar al menos cinco puntos más que el Betis, sino que está obligado a ganar los tres partidos que restan y que el Badalona sume máximo tres de los doce puntos que le quedan en disputa, es decir, que sus dos inmediatos rivales sufran un descalabro total y que las valencianistas consigan un pleno de victorias (una de ellas contra las catalanas, rivales en la penúltima jornada). Ayer sumaron la primera de ellas para seguir con un hilo de vida gracias a los goles de Marina Martí y de Emma Martín.
El encuentro empezaba perfectamente para las valencianistas, que a través de su jugadora más en forma se adelantaba en el marcador. Marina Martí se lo guisó y se lo comió con una recuperación en el centro del campo, una buena cabalgada con el balón cosido a la bota y una definición que supuso el tanto inicial para las blanquinegras, aprovechando la crisis que vive el equipo dirigido por José Luis Sánchez Vera.
La alegría pudo durar más bien poco, porque la colegiada señaló penalti minutos más tarde de la consecución del gol. Kerlly Real tocó el balón con la mano e Izaguirre se encargó de tirar la pena máxima. Por suerte, Antonia Canales respondió con una gran intervención leyendo las intenciones a la atacante de las donostiarras.
La posesión era por completo para las vascas, que buscaban mover la pelota para hacer daño a unas valencianistas que adoptaron una postura más contragolpeadora. Los disparos locales apenas reflejaban peligro mientras que las blanquinegras intentaban sorprender y matar el encuentro en una transición.
El guion de partido se extendió a la segunda parte, con el conjunto realista muy poco preciso en los metros finales incapaz de traducir en goles su dominio posicional. Las blanquinegras vivían al filo de la navaja, pero jugando el encuentro que se esperaba con un gol de ventaja. Canales, además, se hacía enorme en cada llegada peligrosa de las donostiarras. Se consumían los minutos mientras el objetivo de sumar los tres puntos fuera de casa parecía más cercano que nunca de conseguirse y, con ello, salvar la primera bola de partido.
Golazo de Emma
Faltaba por ponerle Emma Martín el broche al encuentro cuando recogió el balón fuera del área y la puso con una parábola imparable para la portera en la escuadra del palo largo. Un auténtico goleazo que fue muy celebrado por un equipo que se aferra a la vida a pesar de la enorme dificultad de la empresa de salvarse descender a Segunda División después de una temporada muy mala y que refleja la gestión que se está haciendo en el club de Mestalla. El próximo encuentro les medirá con el Éibar en el estadio Antonio Puchades de Paterna.