REAL MADRID | Ancelotti muere fiel a sí mismo mientras prepara la maleta para Brasil

Cuando los jugadores del Real Madrid salieron de su hotel para poner rumbo al autobús rumbo a La Cartuja, la afición presente en Sevilla comenzó a corear «¡sí se puede!». Curioso. Era la misma arenga que había protagonizado, hace apenas 10 días, el recibimiento a los blancos en el Bernabéu para la semifinal de la Champions contra el Arsenal. Curioso porque, entonces, el Madrid tenía ante sí un muro en forma de 3-0. Correspondía aquel día ese «¡sí se puede!» que apela implícitamente a la consecución de una hazaña, a un fenómeno que se considera improbable.

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