“Éste es nuestro plan de emergencias”

“A las 12.30 se fue la luz y a las 13.30 ya estábamos en la calle. Activamos nuestro propio plan de emergencias viniéndonos a la terraza”, contaba soriente Ginés. Él y sus compañeros de piso optaron por pasar las horas del apagón en una de las terrazas del barrio de Chamberí, una de las millas de oro del ocio madrileño. A media tarde, la terraza era un hervidero de jóvenes que trataba de sobrellevar un histórico corte de luz. “Como Red Eléctrica Española ha dicho que esto durará entre 6 y 10 horas, no hay mejor plan que éste”, insistían.

Fue la conclusión de otros muchos, en mitad de una jornada casi veraniega, con termómetros rozando los 30 grados. “Llevamos ya cuatro rondas de cañas. Hemos decidido guardar por si acaso la comida de casa comprándonos bocadillos de tortilla”, comentaba Álvaro, otro de los colegas. El apagón interrumpió el trabajo de los tres: uno teletrabajaba; al otro lo enviaron a casa media hora después del inicio del apagón; y el tercero no trabajaba este lunes.

Bomberos: «40 intervenciones a la vez»

“Al principio nos preocupamos. Ahora sabemos que nuestras familias están bien y que afecta a otros países de Europa”, relata Alberto, el tercero de los reunidos en la terraza. Sin certezas sobre la duración total del apagón, los tres compañeros de piso se preparaban para una noche a oscuras: “Tenemos cosas que hacer. Hemos comprado velas en el chino; tenemos juegos de mesa y libros. Estamos preparados”.

La calma y el jolgorio de la terraza contrastaba con la actividad del parque de bomberos contiguo. “Tenemos 40 intervenciones a la vez en Madrid. Estamos totalmente saturados”, reconocía un portavoz de los bomberos. A unos metros, los botellines seguían corriendo con alegría. 

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