Un buen Espanyol cae ante el Villarreal en el día del regreso de Álvaro Aguado

El Espanyol ha cogido confianza. El balón no le quema en los pies. Se atreve a combinar, a guardar la pelota, a contragolpear en misiones colectivas y no solo a través de un soldado solitario. Los últimos resultados han tenido efectos vitamínicos. Jugar así ante el Villarreal, que no es un equipo de cojos precisamente, dice mucho del crecimiento de los blanquiazules. Pero no fue suficiente. Por primera vez en lo que de año el equipo blanquiazul se quedó sin marcar y al cuadro amarillo le bastó un remate certero de Yeremy Pino para llevarse una victoria que le permite regresar a la zona Champions.

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