Marimar Martínez. El viaje inesperado por el balonmano

No era el balonmano la especialidad que Marimar Martínez dominase, más allá del gusto por verlo por televisión, «en los partidos importantes de la selección con Urdangarín y Dujshebaev. No había ido nunca a ver uno en un pabellón», ni tampoco realizaba una actividad deportiva de manera continua, pero unas extraescolares del Balonmano Colores en el Cándido Domingo y a las que apuntó a su hija Irati cambiaron todo eso y dieron comienzo a un viaje apasionante para ella. «Como había sido tesorera en la AMPA y siempre estoy muy dispuesta a ayudar me ofrecieron entrar en la junta…».

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