El empate en el derbi aragonés de Segunda División entre el Real Zaragoza y la Sociedad Deportiva Huesca supone un pasó atrás en las respectivas luchas de ambos, los maños por la permanencia y los altoaragoneses por la Promoción de ascenso ya que para los dos una victoria hubiera supuesto un importante paso adelante que con la igualada se queda cojo.
Para el Real Zaragoza las tablas suponen mantener la distancia de dos puntos con respecto al equipo que marca el descenso, el Eldense, que empató este sábado contra el Córdoba, pero también haber perdido una gran oportunidad de haber dejado a los alicantinos a cuatro por debajo y comenzar al ver el futuro de una manera más halagüeña. Para el Huesca la igualada es seguir sumando pero desaprovechando la opción de haber vuelto a la zona de Promoción, algo que hubiera logrado con una victoria.
El conjunto ‘blanquillo’, una jornada más, sigue haciendo equilibrios y emulando aquello del «más difícil todavía» porque parece empeñado en no querer alejarse del descenso mientras que el Eldense da la impresión de no querer salir de él porque cada vez que uno falla lo hace el otro y jornada tras jornada todo sigue igual.
La primera parte estuvo igualada y con un guión previsible, el conjunto local dominando y llevando el peso del juego ante un Huesca agazapado atrás en busca de robar y salir a la contra con velocidad.
Sin embargo, ni el Real Zaragoza con su abrumador dominio territorial y de posesión del balón (66.7 %) era capaz de llegar con peligro al área oscense ni el equipo de Antonio Hidalgo pudo poner en práctica su velocidad con balones a la espalda de la defensa maña por lo que apenas hubo ocasiones de marcar.
En los primeros 45 minutos tan solo un centro raso de Gerard Valentín a un metro de la línea de gol que despejó Gaetan Poussin con los pies en el minuto 18 llevó peligro para los oscenses, mientras que la mejor opción zaragozana estuvo en pies de Raúl Guti en la prolongación del primer periodo con un disparo dentro del área que salió desviado.
A los tres minutos del regreso de vestuarios un contrataque llevado por Pau Sans acabó en córner que envió a las mallas el hondureño Kervi Arriaga con el muslo. Sin embargo, la alegría duro poco en el equipo de Gabi Fernández porque apenas diez minutos después una internada por la banda derecha de Gerard Valentín dejó un balón de oro a Iker Kortajarena que igualó la contienda.
El Huesca se entonó con el empate y dos minutos más tarde volvió a meter el miedo en el cuerpo a su rival con una nueva jugada por banda derecha de Gerard Valentín que remató a puerta despejando con los pies el meta galo del conjunto zaragozano.
El Huesca poco a poco fue adormeciendo el partido para que no ocurriera nada pero aún así el Real Zaragoza tuvo la última opción de llevarse el enfrentamiento ya en la prolongación, en el minuto 95, con un disparo de Toni Moya que dio en el larguero por la parte inferior y cuyo bote no llegó a entrar plenamente en el marco oscense por lo que el último derbi en La Romareda actual acabó en tablas ya que la próxima temporada el equipo jugará en un estadio modular hasta que finalicen las obras de la Nueva Romareda.