Unas 400 toneladas de fracción orgánica, apenas el 0,2 % de las 190.000 de residuos domésticos que generan los 27 municipios de la Vega Baja, llega separado del resto de la basura para su reciclaje a las plantas de valorización, según los datos del Consorcio Vega Baja Sostenible del ejercicio de 2024.
Objetivos
Un porcentaje insignificante que sitúa el reciclaje en origen en el Bajo Segura a años luz de los objetivos que dispone la legislación europea, estatal y autonómica, en los que se indica lo que no debería terminar enterrado en los vertederos autorizados y valorizado. La normativa establece que debería ser un 55 % del total este 2025, lograr un 60 % en 2030 y un 65 % en 2035.
La implantación del contenedor marrón, básico para racionalizar la recogida selectiva de residuos, no es un capricho de concienciación ambiental. Es, además, una cuestión eminentemente práctica y de sostenibilidad económica. Se estima que en torno al 40 % del volumen de basura de los hogares es fracción orgánica, lo que para el caso de la Vega Baja serían 76.000 de las 190.000 toneladas de residuos que se recogen todos los años.
Una parte de la fracción resto se puede reciclar con plantas de eliminación modernas, pero la fracción orgánica es la fundamental. Si se logra la reducción del peso total junto al reciclaje del papel-cartón, vidrio y plástico, que cuenta con porcentajes elevados de circuito de reutilización gracias al interés económico de la industria que emplea esos materiales para envasar, permitiría rebajar de forma sustancial la generación de basuras y, por consiguiente, el coste de su eliminación y transporte.
Una circunstancia que permitiría, a su vez, rebajar la tasa recogida cuya subida están notando ya todos los vecinos de la Vega Baja en sus bolsillos.
Isla de contenedores en Torrevieja en el que la mayor parte de los residuos va a parar al contenedor de la fracción resto / Tony Sevilla
La fracción orgánica son todos los residuos que se pueden descomponer: como restos de comida, verduras, frutas, carne, pescado, cáscaras de huevo o frutos secos, entre otros. En la mayoría de municipios ahora van a parar a la fracción resto, el contenedor gris, sin posibilidad de reciclaje.
Pero si la fracción orgánica se separa y su contenido no incorpora mucho material impropio, es decir, otros restos no orgánicos, se puede reciclar en compost para la agricultura y otros usos. Y lo más importante, no necesitaría eliminarse enterrado en vertederos.
Dolores
Un dato que constata hasta qué punto «pasan» los municipios del contenedor marrón: solo Dolores, población con algo más de 8.500 habitantes, recicla con 207 toneladas, más de la mitad del conjunto de la comarca. La implantación, aunque no sin polémica, de un sistema de recogida puerta a puerta en casi todo el municipio está dando buenos resultados. La apuesta de ese municipio es la que permite mejorar en algo el penoso balance de 2023 en el que solo se reciclaron a nivel comarcal 30 toneladas.

Estadística de la recogida de residuos fracción orgánica por cada municipio de la comarca en 2024. La mayoría siguen a cero. A esas cifras se sumará Redován y Albatera en el balance de 2025. / CONSORCIO VEGA BAJA SOSTENIBLE
Otras 105 proceden de Torrevieja en 2024. Una cifra apenas testimonial. Con más de cien mil habitantes censados y una población residente mucho mayor que se multiplica en temporada turística es, con 49.000 toneladas, el municipio que más basura genera en la comarca, casi el 25 % del total de las 190.000 toneladas de basura doméstica de la Vega Baja.
Comedores de los colegios
Ese registro de fracción orgánica procede de una campaña de concienciación en los colegios, que retira la fracción orgánica procedente de los comedores, y otra, muy limitada, entre la hostelería local donde se distribuyeron pequeños contenedores marrones, con los que solo se recicla una pequeña parte de ese tipo de residuos en los más de 600 restaurantes y cafeterías que funcionan en la ciudad.
Mientras tanto el contador de fracción orgánica reciclada del otro gran municipio generador de la comarca, Orihuela, que recogió en 2024 más de 45.000 toneladas de basura, sigue a cero. A la espera de que el Ayuntamiento adopte alguna decisión para renovar su servicio municipalizado en precario desde hace más de una década.
Municipios
A Dolores y Torrevieja, le siguen, muy por detrás en la escogida lista de municipios que intentan cumplir con la legislación, Rojales, con 64 toneladas de fracción orgánica seleccionada. Muy poco también para un municipio de 20.000 habitantes que recoge de sus calles 9.000 toneladas de basura al año. Le sigue Daya Vieja, que con 17 toneladas, el 6 % de la que produce, es otro de los que se lleva el mérito. Es la población más pequeña de la comarca, con apenas mil habitantes y en el también se ha implantado parcialmente la puerta y aparecen también Granja de Rocamora y Formentera del Segura con datos casi testimoniales.
En el balance de este 2025 debería incorporarse ya Albatera, Redován y, a final de año, Almoradí, lo que podría aumentar la cifra de forma visible aunque todavía claramente insuficiente mientras no se animen Torrevieja, Orihuela, Pilar de la Horadada (14.000 toneladas anuales de residuos recogidos) y Guardamar del Segura (otras 9.600).
El Consorcio Vega Baja Sostenible espera que estos datos vayan aumentando progresivamente. Pero como referencia en el «salto» a la hora de cumplir la legislación en materia de residuos, en el que la Vega Baja acumula un incumplimiento sistemático de récord a nivel estatal, está tramitando, no sin dificultades, la puesta en marcha de la planta comarcal de residuos.
Campaña del Ayuntamiento de Torrevieja en la que indica qué se puede «echar al contenedor gris» de fracción resto. Sin citar los residuos orgánicos, pero que van al mismo contenedor, porque no hay reciclaje de fracción orgánica:
Campaña contradictoria
En Torrevieja la contrata de basuras se estrenó en el verano de 2022 con el objetivo prioritario de desplegar el contenedor marrón. La empresa adjudicataria y el Ayuntamiento no han llegado a un acuerdo para ponerlo en marcha, pese a que en el pago de los 25 millones de euros que le cuesta el servicio al municipio cada año el despliegue de más de 1.100 contenedores marrones era una prioridad. Ahora el municipio y la adjudicataria negocian una modificación al alza del contrato. En ese cambio se incorporarán los contenedores marrones.
En Torrevieja se da la paradoja de que el Ayuntamiento acaba de lanzar una campaña de concienciación sobre cómo debe emplearse el contenedor gris «resto», del que se excluye expresamente la fracción orgánica sin que los ciudadanos tengan opción de reciclar esos residuos en otro contenedor.