El Gran Premio de España celebrado este fin de semana en el Circuito de Jerez Ángel Nieto dejó muchas imágenes para el recuerdo, algún que otro dato histórico y un nuevo cambio en la clasificación general de los pilotos de la categoría reina.
Marc Márquez llegaba a la cita andaluza como líder y consolidó su posición llevándose la victoria en la sprint, la quinta de cinco. La pole se le había escapado a manos de Fabio Quartararo y eso le obligaba de nuevo a forzar en la salida.
El francés salió bien, afianzando la primera plaza, mientras que Pecco Bagnaia se la jugaba buscando un hueco para colarse en la segunda posición. El movimiento dejaba a Marc tercero, con necesidad de progresar y en esas estaba cuando se fue a la grava.
El de Cervera forzó demasiado y entró con demasiada velocidad en la curva ocho, una de esas de izquierda que tan bien se le dan al catalán. No pudo ya levantar la moto y acabó deslizándose por la grava.
La caída no le dejó fuera de carrera. Con algunos daños en el lado derecho volvió a pista y fue adelantando rivales en buscar de alcanzar las posiciones de puntos. Las bajas de algunos de los pilotos que marchaban por delante, como la de Miller, Mir o Morbidelli, allanaron el camino y pudo ser finalmente duodécimo.
«Hay que entender las caídas. Este es el año en que me estoy cayendo menos, pero siempre en domingo. Tengo que saber por qué. La de Austin la entendí, pero esta vez simplemente estaba dejando pasar vueltas. Dejé el freno delantero y se me cerró. Tengo que ser autocrítico, y si quiero luchar por el Mundial no puedo repetir estos errores», explicó Marc en declaraciones que recoge ‘Motorsport’.
Sumó cuatro puntos más para su cuenta que no fueron suficientes para mantener el liderato, que pasó a manos de su hermano Àlex por solo un punto de diferencia. El del Gresini suma tras Jerez 140, mientras que el del Ducati oficial cuenta con 139, un ajustado margen de cara a la próxima cita en Le Mans (del 9 al 11 de mayo).
El menor de los Márquez hizo historia al conseguir su primera victoria en MotoGP, la número 200 para el motociclismo español. Por primer vez, además, dos hermanos cuenta en su palmarés con un triunfo en la máxima categoría del motociclismo español.
Tras la carrera, Marc se acercó al parque cerrado y se fundió en un emotivo abrazo con su hermano, que resumía el esfuerzo y la tensión vivida durante el Gran Premio.