¿Por qué las bolsas europeas no brillan con la caída de Wall Street? Esto opina BofA

El ‘Liberation Day’ ha marcado un punto de inflexión en los mercados a nivel mundial. Y es que la caótica política comercial de Donald Trump ha sumido a las bolsas en un mar de incertidumbre y volatilidad, que ha llevado a los inversores a cambiar su postura a «vender Estados Unidos». Entonces, ¿por qué el rendimiento superior de Europa desde el 2 de abril ha sido tan moderado hasta ahora?

Es la pregunta que se hacen en Bank of America (BofA) después de que varios operadores, durante las reuniones que han mantenido con clientes en Nueva York, hayan argumentado que el alejamiento de los activos estadounidenses tras la escalada arancelaria debería dar lugar a un aumento de los flujos de fondos hacia el Viejo Continente, lo que impulsaría el rendimiento relativo de la región.

De hecho, desde la firma subrayan que los fondos de renta variable centrados en Europa acaban de experimentar la mayor entrada semanal en ocho años. Así, gracias a esta reevaluación de dónde invertir el capital, los activos europeos se han convertido en una alternativa obvia en esta nueva búsqueda de activos seguros, especialmente dado el cambio de Alemania hacia el gasto fiscal.

Pero ¿por qué la rentabilidad superior europea frente a la renta variable global (de la cual la renta variable estadounidense representa más del 70% en términos de capitalización bursátil) se sitúa en tan solo el 1% desde la ‘liberación’ de Trump?

Sebastian Raedler, director de estrategia de renta variable europea de BofA, pone el foco en las tres claves que están detrás de este comportamiento.

1. Ralentización del impulso relativo del crecimiento. En primer lugar, el experto hace referencia a que, después de la fuerte mejora del PMI de la zona euro frente al de EEUU desde noviembre del año pasado, que lo elevó de un descuento de 8 puntos a uno de 3 puntos en febrero, el PMI de la eurozona se ha deteriorado de nuevo en términos relativos en los dos últimos meses, con una caída de alrededor de 0,5 puntos, mientras que el PMI estadounidense ha subido alrededor de 0,5 puntos.

Es más, la actividad del sector servicios de la zona euro ha puesto fin en abril a cuatro meses de crecimiento. «Se ha convertido en una especie de aguafiestas. Su actividad comercial se ha contraído en lugar de crecer, lo que venía haciendo de forma casi ininterrumpida desde febrero de 2024″, indican desde Hamburg Commercial Bank, la entidad responsable de elaborar el indicador.

«El nivel de sorpresas macroeconómicas de la zona euro, una medida alternativa del impulso del crecimiento, ha pasado de un máximo de casi un año, en torno a los 35 puntos a finales de marzo, a volver a territorio negativo, un deterioro más acusado que el observado durante el mismo periodo en la medida equivalente de EEUU», señala Raedler.

2. Crecientes dificultades cambiarias. El segundo aspecto al que alude el analista de BofA está relacionado con que el índice ponderado por el comercio del euro ha subido alrededor de un 4% desde el 2 de abril, ayudado por la debilidad del dólar estadounidense, lo que supone un obstáculo para la renta variable europea a través de los efectos de conversión de los ingresos extranjeros.

«En las últimas dos semanas, las expectativas consensuadas bottom-up para el beneficio por acción del Stoxx 600 en 2025 se han reducido un 2,5%, más del doble que la rebaja registrada para el beneficio por acción del S&P 500 en 2025″, asegura Raedler.

3. Muchas buenas noticias ya estaban descontadas. El tercer punto clave tiene que ver con que la renta variable europea superó a la renta variable mundial en un 15% entre finales del año pasado y mediados de marzo.

«Probablemente, esto ya reflejaba la mejora económica subyacente observada en Europa, así como el impulso de las medidas de estímulo fiscal alemanas, aunque nuestros economistas destacan que es probable que esto no se refleje en los datos hasta el año que viene. El sólido rendimiento de Europa a principios de año nos llevó a rebajar nuestra postura sobre la renta variable europea frente a la global, pasando de ‘sobreponderada’ a ‘neutral’ el mes pasado», comenta.

ESCÉPTICOS CON EUROPA

Con este telón de fondo, en BofA se muestran escépticos sobre un posible rendimiento superior europeo en los próximos meses y reiteran su visión negativa sobre las acciones del Viejo Continente en términos absolutos.

«Es poco probable que la macroeconomía europea se desvincule de un contexto de debilitamiento del crecimiento mundial, especialmente dado que es improbable que el estímulo alemán afecte a los datos macro nacionales antes del próximo año, mientras que nuestros estrategas de divisas destacan la posibilidad de una mayor debilidad del dólar, lo que implicaría más vientos en contra de las divisas para el BPA europeo», subrayan desde la firma.

Por ello, no comparten el creciente optimismo sobre la posibilidad de un mayor rendimiento superior europeo y mantienen una visión ‘neutral’ sobre las acciones europeas frente a las globales.

«También mantenemos una visión negativa sobre las acciones europeas en términos absolutos, dadas nuestras expectativas de una caída de 4 puntos en el PMI global para el tercer trimestre en respuesta al lastre de los aranceles más altos en EEUU, con una desaceleración global de esta magnitud que implica una nueva caída del 10% para el Stoxx 600, a 460, para el tercer trimestre«, concluyen en BofA.

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