Las autoridades de EEUU han pedido a la población que “elimine de inmediato” cualquier ejemplar de una especie invasora de pez que es capaz de salir del agua y desplazarse por tierra firme durante varios días. El peligro radica en que este animal, llamado cabeza de serpiente del norte (Channa argus) es un voraz depredador de las especies autóctonas y amenaza con desequilibrar los ecosistemas.
El pez puede alcanzar casi un metro de longitud y se distingue por su cuerpo alargado, más bien delgado, rematado por una larga aleta dorsal que cubre gran parte del lomo. Su cabeza es ligeramente plana y en su boca se ocultan numerosos dientes afilados. Su piel es de color marrón con manchas oscuras en los lados.
Ejemplar de la ‘Channa argus’ / invasive.org
La cabeza de serpiente del norte es un pez originario de Asia y fue visto por primera vez en EEUU en un estanque de Maryland en 2022, según ha dado a conocer el Servicio de Pesca y Vida Silvestre (FWS, en inglés), pero desde ese momento se ha ido propagando a lo largo de muchos otros estados.
Aunque no estaba en los ecosistemas, esta especie sí se hallaba en muchas tiendas de mascotas o pescaderías y restaurantes del país. De este modo, los expertos creen que su aparición en el medio natural se debió a liberaciones accidentales o intencionadas, de forma que acabaron en ríos y lagos. Varios estados han prohibido la venta y posesión de este animal para tratar de frenar su expansión, especialmente notoria en Alabama, Nueva York, California, Florida, Texas, Washington y Virginia.
No tienen depredadores
“Al estar fuera de su ecosistema natural, donde existía un equilibrio entre depredadores y presas, tienden a crecer, reproducirse y propagarse rápidamente. Pueden desplazar a las especies nativas, convirtiéndose en competidores dominantes. Sin un control efectivo, consumen recursos vitales sin restricciones”, ha manifestado Angela Sokolowski, del Departamento de Conservación estatal de Musuri, en declaraciones a ‘The New York Times’.
El FWS, por su parte, ha explicado que los diferentes estados están potenciando la pesca de la especie para frenar su expansión, ya que esta actividad puede llegar a reducir hasta un 25% su población. No obstante, los expertos admiten que su erradicación total es ya prácticamente imposible.
Estos peces viven normalmente en aguas poco profundas, como lagos, ríos, pantanos o embalses. Se trata de depredadores agresivos, pues se alimentan de otros peces, aunque también de aves, reptiles, mamíferos pequeños y crustáceos.

Dientes en el interior de su boca / invasive.org
Tiene un sistema de respiración poco corriente, lo que le permite vivir fuera del agua durante varios días, y así puede desplazarse entre varias masas de agua cercanas.
Uno de los factores que explican su rápida expansión en su gran capacidad reproductiva, pues las hembras pueden llegar a poner hasta 50.000 huevos.
“El pez cabeza de serpiente del norte tiene el potencial de reducir drásticamente o incluso eliminar poblaciones de especies nativas, alterando gravemente los ecosistemas acuáticos”, afirma el Departamento de Conservación Ambiental del estado de Nueva York.