Tras la muerte del papa Francisco, el futuro de la Iglesia Católica queda en manos de 133 cardenales menores de 80 años, quienes tienen derecho a votar en el cónclave que elegirá a su sucesor. Con representantes de 66 países, se trata de una de las votaciones más diversas de la historia, según apuntan los expertos.
Esta diversidad también se refleja en la edad de los purpurados. El cardenal con derecho a voto de mayor edad es el español Carlos Osoro Sierra, de 79 años y arzobispo emérito de Madrid. Además, otros 117 miembros del Colegio Cardenalicio que ya han superado el límite de edad para votar también podrán estar presentes. Entre ellos, los que ostentan el título de los cardenales más longevos son el italiano Ángelo Acerbi y el argentino Esteban Estanislao, ambos de 99 años.
En el extremo opuesto se encuentra el australiano-ucraniano Mykola Bychok, el más joven de todos los cardenales, con tan solo 45 años. El religioso, que llega a Roma 20 años después de haber sido ordenado sacerdote, recibió la bendición del papa Francisco el pasado 7 de diciembre, en el último consistorio que encabezó.
El cardenal más joven
La trayectoria pastoral de Bychok tiene sus inicios en su Ucrania natal y en Polonia, cuando ingresó en la Congregación del Santísimo Redentor antes de cumplir la mayoría de edad y, más tarde, obtuvo la licenciatura en teología pastoral. En 2003 pronunció sus votos perpetuos y, dos años después, fue ordenado sacerdote en Lviv.
Sin embargo, en 2020 Bychok se trasladó a Australia para asumir la dirección de la diócesis de los Santos Pedro y Pablo de Melbourne, una comunidad que reúne a una pequeña pero activa diáspora ucraniana en el continente oceánico.
Tras su nombramiento como cardenal, Bychok declaró a la cadena australiana ABC su deseo de seguir siendo “simplemente sacerdote” y mantenerse “flexible, santo, accesible y sin eminencia”. También reafirmó su compromiso con la guerra en su país. Bychok ha expresado públicamente en más de una ocasión su condena ante la invasión rusa en Ucrania, que ha llegado a tildarla de «genocidio».
«Que el espíritu santo ilumine nuestros corazones y mentes para que podamos elegir un candidato digno como el 267º obispo de Roma«, expresó el religioso a través de su página de Facebook. En la misma publicación, recordó que el diciembre pasado le pidió a Francisco que orara por Ucrania, pero que ahora él mismo reza para que el difunto pontífice «interceda ante Cristo por los pueblos de Australia y Ucrania» y para que Dios le «conceda la gracia de vivir su misión como cardenal de la Iglesia católica».