El Día de la Faldeta está marcado en el calendario fragatino como una cita ineludible. Y poco a poco la recreación histórica de una boda de principios del siglo XX ha encontrado su hueco en el calendario festivo, multiplicando las actividades paralelas y sumando visitantes. Así, durante todo este fin de semana la capital del Bajo Cinca está inmersa en un viaje en el tiempo retrocediendo cien años para descubrir las costumbres y quehaceres olvidados de Fraga.
La reconstrucción del pasado, en la que se vuelcan los vecinos, es una fiesta única en la que se pone en valor la riqueza de la indumentaria fragatina y las tradiciones más arraigadas de la ciudad. «El traje típico de Fraga es uno de los mejores conservados de Aragón y nos sentimos muy orgullosos de la conservación de nuestras piezas», indican desde la concejalía de Cultura.
Además, aprovechando la llegada de visitantes desde la tarde del viernes, han recordado que solo pueden formar parte del desfile de este domingo aquellas personas ataviadas con el traje típico, manteniéndose el resto de asistentes «a cierta distancia» con el objetivo de no dificultar la visibilidad del mismo. Además, piden a las personas que formen parte del acto principal del fin de semana que lo hagan en hileras de no más de cuatro personas.
Por el momento, la ciudad ya volvió a 1900 con la ronda de jotas del viernes por la noche a la Casa de los Novios, estableciendo el inicio de los actos enmarcados en el eje central de la celebración, la Boda Fragatina.
En la tarde de ayer, un total de diez estampas recrearon los oficios tradicionales en diferentes calles del casco histórico. El ambiente festivo se repitió a lo largo de un largo recorrido que visitó una decena de rincones de la zona vieja, con especial atención a recrear la vida junto al Cinca, la preparación de los higos secos o el remiendo de las viejas prendas tradicionales.
Para este domingo se espera una participación de más de 1.200 personas en unos actos que dan comienzo con la misa baturra. Después tiene lugar la esperada recreación del retrato de los novios y el homenaje a les dones de faldetes, el acto más emotivo de las fiestas, con su desfile por las calles del centro.
El origen de esta fiesta data de 1977, año en el que la peña Fragatina realizó un primer censo de dones de faldete, contabilizando en ese momento 214 mujeres que vestían el traje típico a diario. El Día de la Faldeta se consolidó en 1982 con la inauguración del monumento a la mujer fragatina.