¿Cuándo empezaron los clubes de fútbol a quejarse de los árbitros? Seguramente, desde el primer partido de fútbol que se disputara en la historia, allá por mediados del siglo XIX en algún punto de Inglaterra. Pero pocos clubes en más de siglo y medio han llevado sus críticas y ataques a los árbitros al nivel al que lo ha hecho el Real Madrid en los últimos años.
¿Cuándo empieza todo, en esta guerra concreta? Habría que remontarse quizá a los tiempos del ‘Villarato‘, a la crispación con la que vivió el fútbol español la cohabitación entre José Mourinho y Pep Guardiola al frente de los dos principales banquillos de España. Pero sin duda hubo un acontecimiento que lo marcó todo: la investigación por el pago del Barça a José María Enríquez Negreira, cuando era vicepresidente de los árbitros españoles, de al menos 7,5 millones de euros durante 18 años.
El exvicepresidente del Comité Técnico Arbitral (CTA), José María Enríquez Negreira / DAVID ZORRAKINO – EUROPA PRESS
Aquello saltó a la luz en febrero de 2023, cuando la Cadena Ser reveló que la Fiscalía investigaba aquellos pagos. El fútbol español reaccionó de inmediato a aquel escándalo con un comunicado de «rechazo» y «repudio» que firmaron 40 de los 42 clubes de LaLiga. Todos menos, como es lógico, el Barça… y el Real Madrid.
La personación del Real Madrid
En realidad, los blancos se desmarcaron porque era LaLiga de su archienemigo Javier Tebas quien impulsaba aquel comunicado. Sin embargo, un par de semanas después, una vez que la Fiscalía formuló sus acusaciones ante el juez contra el Barça y los expresidentes Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, Florentino Pérez convocó a su junta directiva para solicitar su personación en la causa.
Aquella decisión tensionó hasta el extremo la firme alianza que mantenían Florentino Pérez y Joan Laporta, unidos por sus ambiciones de Superliga y por intereses financieros y comerciales relativos a la reforma de sus estadios. Asunto menor ante el agravio que sentían el club y sus aficionados al constatar que su máximo rival había estado pagando a un dirigente arbitral durante dos décadas. Aunque aún hoy la Justicia no haya determinado el porqué de esos pagos, sumido el caso en una eterna instrucción.
La campaña de Real Madrid TV
Al calor del escándalo, el club blanco decidió emprender una durísima campaña contra los árbitros a través de Real Madrid TV. LaLiga pasó a ser «la mugrienta Liga Negreira», mientras se daban órdenes de preparar vídeos de todos y cada uno de los colegiados, de campo y de VAR, españoles, con presuntos errores cometidos contra el Real Madrid en encuentros pasados.
Esa campaña «viene de arriba, porque cuenta con el visto bueno del propio Florentino», explicaban hace unos meses fuentes del canal oficial blanco a este periódico, sobre una campaña que ha ido ‘in crescendo’ con el paso de los años y sobre la que, pese a su habitual silencio, comenzaron a pronunciarse los propios árbitros y sus responsables.
Poco a poco, sin embargo, el Real Madrid fue desbordando los límites de su propia televisión, recurriendo a comunicados oficiales en ocasiones puntuales. En marzo de 2024, el club blanco denunció «la redacción negligente del acta arbitral» de Martínez Munuera, a quien acusó de «omitir, de forma voluntaria y deliberada, los insultos y gritos vejatorios dirigidos de forma reiterada hacia nuestro jugador Vinicius Junior», en un Osasuna-Real Madrid.

La entrada de Carlos Romero a Mbappé. / EFE
«Manipulación y adulteración»
El gran salto cualitativo, sin embargo, se produjo hace un par de meses, después del Espanyol-Real Madrid en el que Carlos Romero no fue expulsado por una durísima entrada por detrás a Mbappé. Un error claro del árbitro y del VAR que llevó al club blanco a denunciar públicamente que «las decisiones contra el Real Madrid han alcanzado un nivel de manipulación y adulteración de la competición que ya no puede ser ignorado».
Una durísima acusación que generó el caldo de cultivo que ha terminado por estallar este viernes, tras las declaraciones de De Burgos Bengoetxea y González Fuertes, que «demuestran, una vez más, una clara y manifiesta animadversión y hostilidad de estos árbitros contra el Real Madrid», según el comunicado oficial del club. El penúltimo capítulo de una guerra que habría alcanzado dimensiones desconocidas si hoy, como sugerían desde el Madrid, no llegaba a disputarse la final. Pero habrá partido.
Suscríbete para seguir leyendo