El cañón L55 de 120 mm del Leopard 2A7+ dispara el proyectil DM63 a 1,750 m/s, superando al T-90M en combates a 4 km.
Cañón L55 del Leopard 2A7+ exhibe superioridad en combate a larga distancia
El Leopard 2A7+, equipado con el cañón Rheinmetall L55 de 120 mm, representa un avance significativo en la capacidad de combate de los carros de combate modernos. Este cañón, una evolución del modelo L44, permite disparar el proyectil APFSDS-T DM63 con una velocidad inicial de 1,750 m/s, lo que otorga una ventaja táctica en enfrentamientos a larga distancia, hasta 4,000 metros, frente a tanques como el T-90M ruso. La combinación de un diseño optimizado, materiales avanzados y una nueva generación de munición posiciona al Leopard 2A7+ como una plataforma líder en el campo de batalla. Su capacidad para neutralizar objetivos blindados a grandes distancias se deriva de la mayor longitud del cañón y de las características técnicas del proyectil DM63, que aseguran una penetración superior y precisión en diversas condiciones climáticas.
El cañón L55, con una longitud de 55 calibres (6.6 metros), mejora el rendimiento balístico respecto al L44 al aumentar la velocidad de salida de los proyectiles. Esta extensión permite que una mayor proporción de la energía generada por la carga propelente se traduzca en velocidad, alcanzando un rango efectivo de hasta 4,000 metros con el DM63. Este proyectil, diseñado específicamente para el L55, utiliza un penetrador de tungsteno de alta densidad con una relación longitud-diámetro de 38:1 y un peso de 8.35 kg (incluyendo el sabot). La velocidad inicial de 1,750 m/s genera una energía cinética de aproximadamente 12.8 MJ, suficiente para perforar blindajes de acero de hasta 810 mm a 2,000 metros, según datos de la Bundeswehr. Esta capacidad es crítica en enfrentamientos contra tanques modernos como el T-90M, que cuenta con blindaje compuesto y protección reactiva Kontakt-5.
En pruebas recientes, el L55 demostró su eficacia al disparar el DM63 contra un T-72B3, un modelo con blindaje similar al T-90M. El proyectil perforó la placa frontal, atravesó el compartimento de la tripulación y salió por la parte trasera, evidenciando su letalidad contra blindajes compuestos y reactivos. El T-90M, aunque modernizado con blindaje mejorado y sistemas de protección activa como Arena-M, presenta vulnerabilidades frente a proyectiles cinéticos avanzados como el DM63, especialmente a distancias superiores a 3,000 metros, donde la precisión y la energía cinética del L55 superan las capacidades defensivas del tanque ruso. La ventaja del Leopard 2A7+ se refuerza con su sistema de control de fuego EMES 15, que incluye un visor térmico ATTICA-GL y un telémetro láser, garantizando una alta probabilidad de impacto en el primer disparo, incluso en movimiento.

El proyectil DM63 incorpora un sistema de propulsión independiente de la temperatura (TIPS), basado en propelentes de doble base recubiertos (SCDB), que mantiene un rendimiento constante en un rango de temperaturas de -47 °C a +71 °C. Esta característica asegura una expansión uniforme del propelente, reduciendo el desgaste del cañón y mejorando la precisión en climas extremos, desde desiertos hasta zonas árticas. El DM63 ha sido adoptado por ejércitos como el alemán, el holandés y el suizo, lo que confirma su fiabilidad en operaciones reales. Además, el L55 puede disparar otras municiones, como el DM11 HE, un proyectil de alto explosivo programable para detonar en el aire o tras penetrar estructuras, lo que amplía la versatilidad del Leopard 2A7+ contra objetivos no blindados o fortificaciones.
Datos clave del cañón L55 y el proyectil DM63 en el Leopard 2A7+
- Longitud del cañón: 6.6 metros (55 calibres), 1.32 metros más que el L44.
- Velocidad inicial del DM63: 1,750 m/s, generando 12.8 MJ de energía cinética.
- Rango efectivo: Hasta 4,000 metros contra objetivos blindados.
- Penetración: 810 mm de acero a 2,000 metros; eficaz contra blindaje reactivo.
- TIPS: Propelente independiente de la temperatura, operativo de -47 °C a +71 °C.
- Compatibilidad: Dispara DM63, DM11 HE y proyectiles guiados como LAHAT.
Superioridad del Leopard 2A7+ frente al T-90M en combates a larga distancia
El T-90M, armado con un cañón 2A46M-5 de 125 mm, dispara proyectiles APFSDS como el 3BM60 Svinets-2, con una velocidad inicial estimada de 1,700-1,800 m/s y una penetración de aproximadamente 700-770 mm de acero a 2,000 metros. Aunque el T-90M cuenta con mejoras en blindaje y sistemas electrónicos, su cañón tiene un alcance efectivo menor, cercano a 3,000 metros, y su precisión disminuye a mayores distancias debido a limitaciones en el sistema de control de fuego y la calidad de los sensores. En contraste, el Leopard 2A7+ aprovecha el L55 y el DM63 para mantener una energía cinética superior y una trayectoria más estable a 4,000 metros, lo que le permite superar las defensas del T-90M, especialmente en escenarios abiertos donde la distancia de enfrentamiento es un factor determinante.
La evolución del L55 hacia el modelo L55A1, introducido en el Leopard 2A7V, incrementa aún más la presión en la cámara hasta 735 MPa, permitiendo disparar el proyectil DM73, que ofrece un aumento del 8% en rendimiento respecto al DM63. Este desarrollo asegura que el Leopard 2A7+ y sus variantes mantengan la superioridad frente a amenazas emergentes. En 2021, Rheinmetall anunció el proyectil KE2020 Neo, diseñado para lograr un 20% de mejora en penetración, lo que podría neutralizar incluso los blindajes más avanzados de tanques rusos o chinos en el futuro. Estos avances reflejan el compromiso de Rheinmetall con la innovación en armamento, manteniendo al Leopard 2 como un referente en combate blindado.
El Leopard 2A7+ también se beneficia de mejoras en protección y movilidad. Su blindaje modular AMAP ofrece resistencia contra proyectiles cinéticos y misiles guiados, mientras que su motor MTU MB 873 de 1,500 hp proporciona una relación potencia-peso de 24 hp/tonelada, superior a los 18 hp/tonelada del T-90M. Esta movilidad permite al Leopard 2A7+ maniobrar eficazmente en el campo de batalla, combinando su ventaja en alcance con una capacidad de respuesta rápida. En operaciones recientes, países como Dinamarca, Hungría y Qatar han adoptado variantes del Leopard 2A7, destacando su versatilidad y capacidad para operar en diversos entornos.


En el contexto histórico, el desarrollo del Rheinmetall L55 comenzó en la década de 1990 como respuesta a la necesidad de contrarrestar los avances en blindaje soviético durante la Guerra Fría. Introducido en el Leopard 2A6 en 2001, el L55 se diseñó para maximizar el rendimiento de los proyectiles APFSDS, como el DM53, precursor del DM63. Desde entonces, Rheinmetall ha refinado tanto el cañón como la munición, logrando incrementos significativos en letalidad. En 2016, la presentación del L55A1 en el Leopard 2A7V marcó un hito, al permitir presiones más altas y proyectiles más potentes, consolidando la ventaja tecnológica de los tanques occidentales frente a sus homólogos rusos.
La producción del L55 y sus proyectiles se realiza en las instalaciones de Rheinmetall Waffe Munition en Unterlüss, Alemania, donde se han implementado tecnologías de fabricación avanzadas, como el autofrettage del cañón, que aumenta su durabilidad. La adopción del L55 por parte de la OTAN, incluyendo su uso en el M1A1 Abrams bajo la designación M256, ha estandarizado su empleo en ejércitos aliados, facilitando la interoperabilidad. En 2023, Rheinmetall reportó un aumento en la demanda de Leopard 2 y sus componentes, impulsado por conflictos recientes y la necesidad de modernizar flotas blindadas en Europa.